Los pilares de nuestra democracia se han convertido en el blanco de los ataques del populismo. Los que notamos esto y pensamos parecido debemos unirnos para defender nuestra democracia ante estos asaltos que buscan poner en jaque a nuestras instituciones; estas ofensivas infundadas provienen de diferentes sectores de la oposición, con miras únicamente en generar caos de cara a 2022, nunca pensando más allá de las conveniencias puntuales de estos mismos.
Esta es una gran amenaza. El fuego del populismo avanza, y sus constantes embates sobre instituciones como las fuerzas armadas y la empresa privada han logrado afectar la percepción de estas en un importante sector de la sociedad. Los discursos de odio frente a las instituciones tienen un objetivo claro, modificar el imaginario colectivo para justificar cambios sobre el modelo económico, y el estatuto de defensa entre otros bastiones democráticos; desde una lógica sesgada ha puesto a todos los pilares de nuestra sociedad en entredicho, calando lastimosamente en unos tantos incautos.
La empresa privada y las fuerzas armadas, han sido históricamente los sectores más queridos de nuestra sociedad; los primeros han representado el progreso y oportunidades para miles de colombianos que han depositados sus sueños personales y familiares en su trabajo, mientras los segundos infunden un profundo sentimiento de agradecimiento por años de sacrificio para proteger nuestras libertades de las garras de las guerrillas y el narcotráfico.
Sin embargo, hoy algunos han buscado cambiar esta percepción por una de opresores e incluso de asesinos. Con tristeza y preocupación vemos cómo la imagen de estas importantes instituciones, por primera vez en la historia, se deterioran con el paso del tiempo.
Tan solo a principio de este año el sector empresarial alcanzó la cifra más alta de percepción negativa según Datexco (cercana a 50%), mientras que nuestras Fuerzas Armadas recibieron los peores datos de percepción en julio de este año (cercano a 40%). Esto no puede quedar como hecho anecdótico, es una muestra real de las conquistas del populismo, los resultados de un discurso que se ha trabajado por años, y que encuentran hoy asiento en noticias falsas difundidas redes sociales, portales de noticias propios (donde abundan las infamias), y memes, sirviendo de combustible para el caos y desazón generalizado.
El populismo ataca la institucionalidad a diestra y siniestra buscando que cale la idea de que necesitamos un líder mesiánico y omnipotente para corregir nuestro rumbo, reemplazando la institucionalidad por una comunicación directa con el pueblo mientras prima el mito colectivista que justifica su actuar. ¿Les suena conocido?
Es momento de actuar y pararle bolas a 2022, año en el que el populismo buscará su ascenso al poder. Debemos proteger nuestra democracia y recuperar la confianza en nuestras instituciones; ese debe ser nuestro objetivo superior. No es momento de bajar la guardia y que estos discursos socaven nuestra democracia. Es hora de unirnos para proteger nuestro futuro cómo nación.