Por considerarlo importante, éste artículo retoma y termina el publicado el 11 de octubre del año pasado, sobre el 16° Congreso de Derecho Concursal, donde se presentó la perspectiva latinoamericana del tema, panel moderado por Luis Fernando Alvarado, exsupersociedades y eximio decano del oficio quien, con expositores reconocidos de Argentina, Brasil, Ecuador, México, Panamá y Perú, mostró las diversas prácticas y condición actual de esos países, con el hilo conductor dado por los estándares de la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional Uncitral, que vela desde 1966 por “promover la progresiva armonización y unificación del derecho mercantil internacional”; asunto magistralmente complementado por el exsuper Francisco Reyes y Elizabeth Stong, juez de quiebras de Nueva York.
Sobresalió también la conferencia del exministro Juan Camilo Restrepo sobre las cuatro crisis que ha enfrentado en sus servicios a la nación reseñados en su reciente libro, la primera la financiera en 1982 con la quiebra del Banco Nacional y la Financiera Furatena, que llevó a la expedición del Decreto 2920 de 1982 que sacó de la debacle al sector y rigió por mucho tiempo esa actividad; también comentó la energética de 1992 del apagón y la hora Gaviria, así como en 1998 el “estado de emergencia económica y social”, figura jurídica de excepción con la que decretó medidas que evitaron una “catástrofe financiera”; junto a la crisis de la negociación con el ELN del gobierno Santos en 2018, que deja lecciones para capitalizar ahora que se busca la “paz total”.
Un asunto de vital relevancia obedeció a los conflictos de interés de los administradores respecto de su responsabilidad concursal, que fue considerado en el conversatorio sobre el tema en el que intervinieron David Sotomonte y María Victoria Londoño, el cual puso de presente lo inconveniente que resulta ser representante legal y promotor por la línea roja que se cruza al reconocer créditos y establecer fórmulas de pago, algo que puse de presente en mi artículo “Valor del Promotor” publicado en esta columna (Abril 27 y 28 de 2.019).
Lamento por restricción de espacio no poder comentar reseñas invaluables de todos los tratadistas que participaron en el Congreso, pero finalmente resalto el panel sobre “el salvamento empresarial”, en el que participaron los ex super Darío Laguado y Luis Guillermo Vélez, junto al exministro Rubén Darío Lizarralde, con la magnífica moderación de Luis Fernando Borda; que dio cuenta del estado del arte al respecto, con las experiencias de Justo y Bueno cuyo acuerdo no prosperó y termino en liquidación, junto a Bioenergy que está en tránsito de la liquidación hacia la validación de su agregación de valor como empresa en marcha, con esquemas societarios y financieros con los cuales se espera salvaguardar la posibilidad de mantener su continuidad y aprovechar debidamente los activos a cargo; donde lo expuesto por Vélez acerca de lo dispuesto por el Chapter 11 sobre bancarrotas en Estados Unidos que “se acabe pagando lo que se puede pagar”, resulta útil de adaptar en nuestro contexto.