Durante la instalación de la comisión nacional mixta de asuntos campesinos el pasado 22 de noviembre, el Presidente de los colombianos, muy enérgico, convierte nuevamente la historia de Colombia en un arroz con mango, muy Masterchef (no sé si Celebrity), su Vicepresidenta, apretando labio, asiente cada cosa que él dice, un revuelto histórico de 150 años en donde habla de la esclavitud caucana al referirse al presidente Valencia y a su nieta, teniendo en cuenta que ni el primero y mucho menos la segunda estaban ahí en ese momento de la historia, contrario a eso sí estaba Joaquín Valencia Quijano, abuelo de Guillermo Leon y quien para ese momento (1860) era además de tercer designado a la Presidencia no pasó de ser un senador.
Y le da palo y enérgico a la región “el Cauca aquí, el cauca allá y sobre todo el Cauca esclavista”. Pero lo que él olvida es que fue un caucano que durante su mandato decretó la abolición total de la esclavitud 30 años después de la libertad de vientres ordenada por Simón Bolívar; ese fue el General José Hilario López Valdés, quien perdió a un hermano, Buenaventura, siendo pífano de los ejércitos de Nariño durante la primera campaña del Sur.
Es gracias a López que se hace la abolición total de la esclavitud, pero a su vez otro caucano llamado José María Obando, quien, en 1853, cuando inicia su mandato, ratifica esa ley. En ese revuelto discursivo aparece un general sin nombre en la lucha de los artesanos, José María Melo, oriundo de Chaparral y quien apoya la campaña presidencial de José Hilario López, asimismo es la cabeza de la guerra de los artesanos quienes lo proclaman presidente por 1854 y exiliado cuando entran las tropas en la toma de Bogotá; obligado a exiliarse en México en donde participa en las luchas de Benito Juárez y muere fusilado en Chiapas por 1860.Quizás otro intento histórico o tema de conversación con la presidenta Sheinbaum.
Ese General Melo, de ascendencia campesina y todo, era concuñado del también General Rafael Urdaneta, sí, aquel venezolano que se tomó el poder por 1831 después de la muerte de Bolívar, y fue concuñado de Urdaneta por ser casado con Teresa Vargas París, también descendiente de aquella familia de próceres como lo fueron los París y un poco más arriba de un conjunto genealógico como lo fueron los Ricaurte, clan familiar del que vienen muchos próceres.
A su vez habla de Melo como un último prócer, pero no, después de él hubo muchos más después de la muerte de Melo, entre ellos soldados, suboficiales e incluso oficiales que murieron en la miseria esperando una pensión que ni a sus esposas llegó.
Y si las personas quieren saber sobre estas guerras hay que leer obras como “La otra raya del Tigre” de Pedro Gómez Valderrama o si les da pereza, pedir a la hermana de Andrés Cepeda para que interceda y vuelvan a presentar aquellas buenas producciones. Por favor, no revuelva más.