El «sadomonetarismo» convirtió al BanRepública en sinónimo de Bancolombia. Y Compensar aspira a convertirse en el Amazon del Bienestar (LaRepublica.co, 29/3/2022); ¿qué rol asumirá el Estado?
Aunque Colombia está condicionada por la incompetente gestión y la costosa corrupción, los empresarios aumentaron su apuesta. Además de pagar salarios e impuestos, instituyeron un vehículo de inversión social denominado Cajas de Compensación (CC); pero el Estado lo expropió imponiendo aquel parafiscal que representa una insoportable carga para las micro y pequeñas empresas.
Con semejante garantía presupuestal, defrauda el incumplimiento de su promesa de valor. Diversificaron su oferta de manera exhaustiva, y se transformaron en espejos de la burocracia pública, en lugar de constituir sinergias y contribuir a la erradicación de fallas del mercado. Por supuesto, su calidad se empobreció.
Respecto a la cobertura, no hay responsabilidad social cuando excluyen a la mayoría de los colombianos, desempleados y desprotegidos, sin Estado de Bienestar. Además, el costo para utilizar sus servicios es prohibitivo, debido a que el exiguo salario mínimo predomina entre sus afiliados. Su pertinencia y disponibilidad también decepcionan.
La medicina, mediante Compensar, apenas resulta menos peor que en Medimás. En Colsubsidio, el mercado privilegia la venta de productos no esenciales. Tampoco favorece el comercio justo, desarrolla a los campesinos colombianos para erradicar el hambre, ni aplica la cláusula de exclusividad Compra lo Nuestro.
Los colegios que administran no reditúan la excelencia del humilde Liceo Campo David. Sus Instituciones de Educación Superior tampoco satisfacen los estándares del SENA o la Universidad Nacional, ni tienen la presencia regional de Uniminuto. Finalmente, solicite préstamos y la experiencia será tan infausta como la de pactar con la banca tradicional.
En suma, se convirtieron en toderas, y hacen poco bien. Algo similar sucede con las Cooperativas. Colmo de males, hay competencia desleal incluso entre el Subsidio y la Economía Solidaria, por lo que desde su reciente congreso sectorial anunciaron que pedirían acceso a recursos del Emisor, en las mismas condiciones que lo hace el Leviatán de la banca privada.
Las CC también deberían recibir esa prerrogativa, a cambio de que universalicen su cobertura y maximicen la gratuidad de los servicios, para que la redistribución no sea exclusivamente entre trabajadores, pues incurrieron en el mismo pecado que los Sindicatos: abandonar a los desempleados, excluyéndolos del Contrato Social.
Presidente Petro. Promueva el voto obligatorio. Regale vehículos de tracción humana a quienes no tengan automotores, para descongestionar el transporte público y afianzar la movilidad saludable. Dr. Ocampo, centralice el detalle presupuestal de las Entidades públicas, mediante alguna plataforma que complemente a SECOP.
Eliminen la multiplicidad de contratos con el Estado para erradicar el acaparamiento, viabilizar emprendimientos y democratizar esos trabajos. Finalmente, gestionen el Pareto (80% de los recursos) mediante Colombia Compra Eficiente: actualmente subutilizado, ese Amazon Estatal debería mejorar la efectividad del gasto, y reducir la corrupción a sus justas proporciones.