Mientras que el súper poder de nuestros “héroes” sea la fuerza bruta, la educación no sea liderada por pedagogos y la CT+I no esté centrada en el humanismo, seguiremos condenados a la corrupción o autodestrucción. Esto no lo dijo «El Profe» (Cantinflas, 1971).
Cambalache no pasa de moda: “lo mismo un burro que un gran profesor…”. La genialidad de su compositor fue armonizar las perogrulladas de su época; nuestra estulticia es reproducirlas. Verbigracia, Duque condecoró a “El Profe”, Dios Antonio, aunque su periodismo no fomenta el ejercicio ni la cultura ciudadana.
Tal como sucede con la oposición, desde la tribuna parlamentaria, si dirigiera probablemente fracasaría. Y sigue aferrado al cargo, aunque se rajó porque pocos seguidores entienden qué es el paralelepípedo.
Ahora, cualquier influencer puede actuar como Profe, según demostró Epa Colombia. Y muchos taxistas terminaron como Docente “Provisional”; entre ellos, quienes aspiran a continuar esa Carrera sólo necesitan que no haya Concurso o Aprobar 1 examen escrito de la Comisión del Servicio Civil, pues ni siquiera deben demostrar competencias en aula.
El mercantilismo desautoriza a cualquiera que intente hacer el bien. Y muchos se prestan para graduar clientes, aunque no aprendan, hagan trampa o bullying. Desesperanza aprendida es lo que “profe-sa” tanta negligencia y corrupción en las Instituciones de Educación, donde la Acreditación es la reputada cirugía estética por la que pagan, aunque no ilustren conductas probas o próvidas. Verbigracia, mientras el Rochester publicitaba a un “egresado ilustre”, asumiendo una silenciosa complicidad que ocultaba la “invalidación” del expresidente Duque, la Sergio Arboleda pagaba al Fiscal, aunque capara clase.
Desaprendiendo, lejos del autoritarismo de Singapur, Finlandia empoderó al estudiante. Tras recibir orientación, decide qué y cómo aprende; no imponen exámenes estandarizados, y fomentan proyectos aplicados. Además, apostando al balance vida-trabajo y la productividad, no hacen tareas en casa.
Entretanto, Polonia transitó la Cortina de Hierro hacia el Capitalismo, sin éxito socioeconómico. Aunque parezca atajo, simplificó el currículo para garantizar bases rigurosas, pues era normal encontrar en las aulas y oficinas Mediocres Analfabetas Modernos, que ostentaban inmerecidos Títulos de Doctor.
Contrastan principios del Método Montessori, ideado para estimular a niños desfavorecidos, retrasados o maltratados, aunque terminó aliándose con el fascismo. Ahora, la educación de calidad es exclusiva o elitista; e inocula o manifiesta resentimiento cuando los desertores convierten garajes en imperios, como Amazon o Google, aprovechando el arbitraje que ofrecen la desregulación o la desigualdad.
Aquí, “El Profe” Abadía hizo la tarea: expulsar de la Selección a la talentosa pero activista Yoreli. Gaviria (Uniandes-MinEducación), Londoño (Sena) y Montoya (U. Nacional) carecen de la facultad pedagógica y de gerencia educativa que reconozco en Alejandro Cheyne (Uniempresarial-Rosario). Y el aprendiz -Petro- superó al Maestro -Duque-, contratando a Nerú por $9 millones mensuales, aunque no acredite educación. Ser Pillo Paga. Según el Observatorio de la Universidad Colombiana, también Ser Parlamentario Paga: 16% de los congresistas no tiene pregrado; 26% cursó maestría, y sólo 0.02% inició doctorado.