El principal administrador de fondos del mundo, que presuntamente procura posicionar la gobernanza, el ambientalismo y el socialismo corporativo -ESG-, demostró que el igualitarismo mejoró el desempeño decenal de las empresas que integran el Msci World Index (Lifting financial performance by investing in women: Long-term capitalism at BlackRock, November 2023).
Como hallazgos relevantes, a nivel agregado las mujeres aportaron 40% de la fuerza laboral, pero perdieron protagonismo cuando el filtro de análisis se enfocaba en la parte alta de la jerarquía, pues solo asumieron 18% de los cargos directivos, y 6% de las presidencias.
Además, la tendencia empresarial promedio fue el extremismo, distribuido entre las que minimizaban su vinculación o les otorgaban tratamiento preferencial. Pero esa no fue la mejor estrategia, pues reportó desempeño inferior al compararla con la que equilibraba la composición de la nómina, e igualaba las condiciones laborales.
Ahora bien, la feminidad en los cargos más influyentes mejoró la fidelización del talento. Destaco todo lo antedicho porque no solo debemos corregir la subrepresentación, sino el desaprovechamiento o la pérdida de perspectiva y talante -o sentido y sensibilidad- de los segmentos demográficos que tradicionalmente se ignoran, someten o excluyen.
Sin embargo, las mujeres también sabotean la necesaria transición, pecando por emulación, soberbia o canibalismo. Verbigracia, han malogrado galardones como la lista “The FT’s 25 most influential women of 2023”, que conforman y describen algunas súper poderosas para Financial Times.
Como evidencia, en la reciente edición distinguieron a Jennifer Hermoso en la categoría Héroes -activistas-, por el escándalo que opacó la coronación de España como Campeona Mundial de Fútbol. No la reconocieron por la excepcionalidad de sus capacidades, ni por haber contribuido con alguna campaña especial contra el acoso.
Respecto a las Líderes, en economía y negocios, el Pareto fue acaparado por la ciudadanía americana (55%) y europea (27%). Mayores de 60 (64%) y 50 años (27%); raza blanca (64%), nivel educativo máster (45%) y universitario (36%), y sin antecedentes migratorios (55%). Finalmente, trabajadoras institucionales (45%) y corporativas (55%).
Terminaré mencionando algo feo, relacionado con otra Jennifer: Pedraza. Representante a la Cámara, por Dignidad y Compromiso, fue víctima de la “patanería” de Claudia López, quien acostumbra a comportarse “igual” que los machitos del establecimiento, abusando de la falacia ad hominem para evadir cualquier debate, desde trincheras virtuales, y denigrar a los seres humanos que piensan diferente a ella, vociferando: “sorprende de tu inteligencia esta tontería que dices”.
Eso es ejemplo de mansplaining-gaslighting. Esa fue la clase de retroalimentación que ofreció quien presumía ser “hija de maestra”, pero arruinó la posibilidad de que alguna mujer la sucediera y superara como alcaldesa. Esa mala conducta merece nuestro rechazo, como demostró su incompetente gestión, descalificada por 76% de los ciudadanos (Invamer Poll, 12/2023).