Mientras el asedio de los drones guerrilleros refuerza el desorden público, las aeronaves militares permanecen averiadas. Sin reparo, el cambio tampoco despegó. Exploremos algunas soluciones de liderazgo y gestión, mientras el país elige esquivar a la derecha, o virar hacia ese flanco.
El gobierno Petro fue errático. Primero, no sabía pilotar; segundo, no tenía plan A y naufragó entre turbulencias administrativas; tercero, su tripulación perdió el conocimiento, y, desorientada, no supo reaccionar ante la elevada presión; finalmente, nunca tomó distancia y respiro, para alinear sus objetivos y maniobras.
Se dedicó a improvisar y jamás cerró las brechas entre su confusa visión y accidentada ejecución. Mirando al retrovisor, pensé que Petro estaría rodeado de su bandada, pues garantizaría conformidad; pero mantuvo a varios aventajados de otras flotas, mimetizadas, y sus camaradas se corrompieron porque las trayectorias de los aviones burócratas se amañan bajo el radar.
Quienes ostentan el rango de tecnócrata también carecen de empatía y humildad intelectual; no acatan correcciones, trabajan aislados de la realidad y menosprecian lo que hace la diferencia cuando se requiere innovación e interdependencia. Paradójicamente, defienden la educación dura y estandarizada, cuya pertinencia fue eyectada.
Tal como los avestruces, no pueden sobrevolar para considerar el todo, y prefieren enterrar sus cabezas en la computadora o nube. Por cierto, esa labor de inteligencia puede realizarla un copiloto automático, usando bots como apoyo o relevo; además, aunque sus cabinas de mando proyecten observaciones o recomendaciones precisas -consistentes- y exactas -fiables-, siempre les hace falta aterrizar el trabajo, o materializar el esfuerzo necesario para trasladarnos hacia la meta propuesta.
Y como lo planeado usualmente no se cumple, porque involucra ruidos que obnubilan u obstáculos que colisionan, es importante reconocer las alternativas de formación, siendo esencial manejar competencias tan elementales como el aire; particularmente, el enfoque experiencial permite sacar de la mecánica a los humanos, y poner en marcha a quienes permanecen sentados.
Aunque no todos los simulacros son exitosos, hay proveedores que recomiendo reclutar. Colombianos, se destacan Sentido Común (osentidocomun.com), que propulsa el cambio partiendo de la conciencia individual, y Epopeya (epopeyalatam.com), cuyos integrantes conquistaron el Everest; convengamos que tan riesgosa misión no se realiza sin preparar adecuadamente el equipo requerido.
Así mismo, algunos veteranos de la fuerza aérea estadounidense emprendieron el trasbordo de sus lecciones, hacia el espacio corporativo, usando como gancho la referencia de ‘Top Gun’: una película del siglo pasado, sobre el entrenamiento abordado por pilotos y escuadras, con rasgos narcisistas, egocéntricos y conflictivos (https://t.ly/rNVLI).
Aquí, el comandante del ejecutivo parece un trotamundos obsesionado con otras actuaciones de Cruise -crucero-, como ‘Cuestión de Honor’, donde confronta falsos positivos, o ‘Coctel’. Literalmente, sugiero que practique El Juego de la Cerveza (https://t.ly/YTAv0), para mejorar su coordinación y conducción del Estado, mientras descubre la Dinámica de Sistemas.
Paranoico, aunque cree que un fantasma lo derribará, “I’m not gonna let you down”, «Gus».