Divididos por las cortinas de hierro de la polarización y la inequidad, 19% de los bogotanos con derecho a votar eligió a Claudia López como Alcalde. Aunque el segundo obtuvo 18%, el margen de error jugó a favor de ella, una milagrosa “hija de maestra, mujer y lesbiana”, según informó El País (3/8/2020).
Mi voto fue en blanco, y con la misma neutralidad analizo la gestión de esta inexperta ejecutiva a quien, en plena pandemia, aprobaron un Plan de Desarrollo que se quedaba corto ante el compromiso de legar un “«Contrato Social» y Ambiental para la Bogotá del siglo XXI”. Además, desaprovechó la actual revolución, para transformar la ciudad y la nueva realidad, e invocó una metáfora que la acerca a la militancia del Centro Democrático.
El Plan Marshall (sh…) fue promovido por un General, desde la elitista Harvard, para contener la influencia soviética en Europa e imponer el neoliberalismo, con la excusa de la reconstrucción durante la postguerra. Con tantas luces como sombras, le critican el monto de las inversiones y los beneficios, mínimos como proporción del PIB, así como la repartición concentrada en los poderosos.
No vivimos un «Bogotazo», y su versión criolla tampoco supone refundación; no invita a la comunión, no augura prosperidad y tampoco resolverá el descontento que refleja ‘Bogotá Cómo Vamos’ (a propósito, ¿qué valor agrega la burocrática Cámara de Comercio?). Superficial, apenas solicita recursos equivalentes a 10% del presupuesto de su Plan de Desarrollo y, aunque sus anuncios apelan al populismo del tono, la meta se limita a resucitar los empleos destruidos por la pandemia, como si le creyera al Dane las cifras de desempleo.
Retardada y retardataria, su propuesta tampoco procura alternativas como obtener condonación de deuda o constituir «fondos contravalor», como sí lo hizo el «plan marchal original». Entretanto, Lucía Bastidas, concejal copartidaria, informó a El Espectador (12/8/2020) que estuvo en una comisión «accidental» y, ajena a la reactivación económica, la propuesta de la alcaldesa era un plan de alivios tributarios pendiente del Plan de Desarrollo.
Le quedó «grande» la seguridad y expondrá a los jardines infantiles a horarios más convenientes para el hampa. Ignoró la precaria realidad del Sitp Provisional, y detonó una bomba biológica. Liberó el uso del carro privado, y no promovió el transporte «masivo» en bicicleta: haga cuentas, el Distrito puede regalar ese vehículo a quien lo solicite, para desincentivar los robos.
Habla de una Renta Básica que terminará compitiendo con la indignante mesada de Duque, y, mientras ella se presenta como víctima, Anne Hidalgo, mujer con raíces hispanas, fue reelegida como Alcalde de París, con la visión de una “ciudad de 15 minutos” para mejorar la calidad de vida y la sostenibilidad.
Para terminar, dijo: “gané en una ciudad en octubre de 2019, tomé posesión en otro país en enero de 2020 y estoy gobernando en otro mundo en junio de 2020”. Cortinas de humo, mientras megafonea o tuitea, 81% de los bogotanos preparan el Plan Marchar, contra los gobiernos López y Duque.