Carbón, simplemente carbón
El aprendizaje que nos dejó el proceso histórico que acabamos de vivir como humanidad, relacionado a la pandemia del covid-19 a raíz del virus Sars-CoV-2, es que todos los gobiernos del mundo nos deben garantizar a nosotros como ciudadanos por lo menos tres soberanías, a saber: la energética, la alimentaria y la sanitaria.
La actual guerra Rusia-Ucrania, lo que significa para Europa en términos de la soberanía energética y lo que significa para Colombia en términos de la soberanía alimentaria, relacionada con la importación de algunos insumos para la producción agrícola y de alimentos, nos deja un aprendizaje sobre lo que verdaderamente el Gobierno Nacional en cabeza del Ministerio de Minas y Energía deberá planear, definiendo las estrategias que nos garanticen esa soberanía energética, alimentaria y sanitaria para los próximos años, sobre todo con los recursos minerales de carbón térmico y demás energéticos, los minerales para la transición energética, los minerales para fertilizar suelos y elaborar o conservar alimentos, y los minerales necesarios para garantizar la higiene y salud humana.
Para acceder a esa seguridad energética es esencial que nosotros como país podamos gozar de los privilegios y ventajas competitivas de un recurso energético como el carbón térmico. Recurso que garantiza la estabilidad del sector eléctrico nacional y sirve de base para que, frente a los riesgos por un racionamiento energético en el corto o mediano plazo, podamos asegurar el suministro de energía a todos los sectores que día a día la demandan. Les recuerdo que Colombia aumentará la exportación de energía a Ecuador debido a los cortes de energía que enfrenta dicho país.
Adicionalmente, para nadie es un secreto que las regalías que deja a Colombia la extracción minera de carbón térmico (provenientes de Drummond y Cerrejón, entre otras) son muy importantes para el desarrollo de diferentes proyectos de desarrollo, infraestructura, ciencia y tecnología, y hasta para la conservación y protección ambiental, ya que el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible acaba de publicar la apertura de seis convocatorias en este tema con recursos de regalías por un monto de aproximadamente $2,1 billones.
La renuncia de Prodeco en años recientes a los títulos mineros 109-90, 285-95 y 044-89 (dos en Calenturitas y uno en La Jagua) con 90 millones de toneladas de recursos medidos de carbón térmico y la posibilidad de que la Agencia Nacional de Minería en el proceso de liquidación de dichos contratos reciba operativos esos títulos tal como lo define el Decreto 2655, abre una posibilidad competitiva para que Colombia aumente los niveles de extracción minera de carbón térmico, pueda seguir garantizando la estabilidad del sector energético con las termoeléctricas que tenemos en nuestro país, y resuelva el problema que por más de tres años vive la zona de influencia de ese proyecto en el departamento del Cesar, disminuyendo los niveles de desempleo y retornando a los encadenamientos productivos de bienes y servicios que deja la extracción de carbón térmico para Colombia.
Finalmente, con los recursos de regalías provenientes de la extracción minera del carbón térmico, se pueden iniciar proyectos de investigación, desarrollo e innovación que ayuden a responder ¿cuál es la mejor forma de transitar a economías con carbono neutralidad, dadas las características que tenemos como país? y ¿cómo garantizar la soberanía energética, alimentaria y sanitaria de Colombia a 2050?