Minería social y lo social de la minería
Para nadie es un secreto las implicaciones que tiene en lo social desde lo local, departamental, nacional y mundial, la extracción y aprovechamiento de las riquezas minerales que tenemos en el subsuelo colombiano.
Dichas riquezas minerales que van desde los recursos pétreos para el desarrollo de infraestructura (vías terciarias, túneles, puentes, vías colegios, hospitales, entre otros) hasta los recursos energéticos como el carbón térmico y metalúrgico (térmicas y producción de hierros y aceros), pasando por los minerales metálicos como el oro, plata y platino y los minerales industriales (fertilizantes, cerámica, construcción, entre otros).
Y es en la minería social y lo social de la minería, que debemos hacer énfasis para lograr entender de una vez por todas, la importancia que tiene este sector primario y productivo para la economía colombiana, y su relación con lo social, entendido por la cantidad de personas (directa e indirectamente) que se encuentran asociadas a la compra de bienes y servicios y de los encadenamientos productivos que se llevan a cabo para la extracción minera.
Según la Asociación Colombiana de Minería, para 2022 aproximadamente 990.000 personas resultaron beneficiarios de los programas sociales de las empresas mineras.
Adicionalmente, durante ese mismo año se otorgaron un poco más de 11.000 becas educativas. Validando la importancia que tiene para la mayoría de las empresas que extraen recurso minerales en Colombia, tener un excelente relacionamiento con las comunidades mineras, propendiendo de manera transversal por conservar una Responsabilidad Social Empresarial, que va mucho más allá de los elementos y variables definidas en los contratos de concesión minera.
En lo social se destacan programas de apoyo a emprendimientos productivos
En lo social se destacan programas de apoyo a emprendimientos productivos relacionados con joyería, alimentos, servicios, cultivos de cafés especiales, frutas, hortalizas, entre otros. Programas de salud en promoción y prevención a todos y cada uno de los grupos etarios sin distingo de sexo, raza, religión, discapacidad, edad u orientación sexual.
Programas de vivienda, para adquirir casa por primera vez, con subsidios otorgados con créditos a bajas tasas de interés. Programas de educación, con convenios con universidades e institutos que lleven educación en niveles de formación técnica, tecnológica y universitaria.
Para ayudar a mejorar ese buen relacionamiento de lo minero con lo social y de lo social con lo minero, es urgente que se demuestre con voluntad política por parte de las instituciones encargadas de definir la política pública nacional, la posibilidad manifiesta de tener un Censo Minero actualizado que nos muestre con valores cuantitativos y cualitativos, la radiografía de la minería nacional y el impacto que se puede planear para el futuro minero de Colombia en el mediano y largo plazo.
Finalmente, queda claro que la actividad minera (desde la exploración al cierre minero), más allá de ser una actividad productiva, tiene un extraordinario escenario de convertirse en esa actividad social que impacta positivamente a todas y cada una de las personas que se encuentran en las zonas de influencia geográfica de los proyectos mineros.