El precio internacional para la comercialización del oro, día a día nos sigue dando sorpresas alcanzando valores históricos nunca antes vistos, debido a factores geopolíticos y macroeconómicos, que hacen que este commodity siga aumentando su precio base de cotización. La situación actual también está marcada por un contexto geopolítico complejo. Las tensiones internacionales, especialmente en regiones como Oriente Medio y Ucrania, han llevado a un aumento en la demanda de oro como activo refugio. En momentos de crisis financiera o volatilidad en los mercados, el oro tiende a mantener su valor, lo que lo convierte en una opción atractiva para inversores tanto institucionales como minoristas. Este fenómeno ha llevado a un incremento notable en las compras de oro por parte de bancos centrales y ciudadanos que buscan proteger su capital frente a la inflación y otros riesgos económicos.
En los 25 meses de este gobierno, el precio internacional del oro ha tenido el siguiente comportamiento. El 7 de agosto de 2022, según el Banco de la República, el precio para la venta en gramos de oro, plata y platino, corresponde a un valor de $244.706, $2.780 y $125.564, respectivamente. Para esta semana, específicamente el 18 de septiembre de 2024, según el Banco de la República, el precio para la venta en gramos de oro, plata y platino, corresponde a un valor de $350.904, $4.181 y $133.844, respectivamente. En este periodo de tiempo, el oro ha tenido un incremento en el precio de venta de 43%, mientras que la plata un incremento de 50% y finalmente, el platino un incremento de 7%. Estos valores nos llevan a pensar que es importante tener en cuenta que necesitamos de carácter urgente, alinear las políticas nacionales de fomento y formalización de esta actividad económica, que tiene tanto impacto en las zonas más alejadas de los centros urbanos tradicionales.
El país no ha sido ajeno a estos altos precios. Los movimientos que recientemente en Colombia son representados en la compra de Sun Valley Investments AG por medio de la adquisición de acciones ordinarias de Mineros S.A. pertenecientes a Mercantil Colpatria S.A.; la venta de Minesa de un porcentaje del proyecto Soto Norte a la empresa canadiense Aris Mining; el compromiso de Collective Mining con continuar los procesos de exploración en Caldas; las inversiones de la Zijin Continental Gold en Antioquia, entre otros, muestran el apetito por obtener en el corto y mediano plazo los mayores beneficios de este precios al alza que se viven a nivel mundial por la comercialización del oro.
En Colombia, este aumento en el precio del oro tiene implicaciones significativas para la economía local. Las empresas mineras están viendo un crecimiento en sus inversiones, lo que se traduce en la creación de empleo y el aumento de ingresos fiscales a través de las regalías e impuestos. Sin embargo, es crucial que el país implemente políticas adecuadas para fomentar una minería responsable y sostenible, asegurando que los beneficios económicos se distribuyan equitativamente entre las comunidades locales y el Estado. La formalización de la minería puede ser un paso importante para garantizar que este sector contribuya al desarrollo sostenible del país, maximizando su potencial económico mientras se minimizan los impactos ambientales negativos. Tal como lo expresé en una columna anterior, estamos frente a una oportunidad de ORO.