Vía al Llano: un freno al futuro agroalimentario de Colombia
jueves, 25 de septiembre de 2025
Gonzalo Moreno
La vía al Llano no es un simple tramo de carretera: es la arteria que conecta a Bogotá con una de las regiones de mayor potencial agrícola y pecuario del país. Cada cierre, cada restricción horaria y cada improvisación en su manejo afecta de manera directa la competitividad, la seguridad alimentaria y la promesa de Colombia de convertirse en potencia agroalimentaria. Desde Fenavi, como voz del sector avícola y de miles de productores agropecuarios, no podemos dejar de llamar la atención sobre lo que ocurre en este punto estratégico del país.
Los productores lo sufren a diario: productos que pierden valor por no llegar a tiempo, inventarios que se reducen y familias que ven amenazado su sustento. Los cierres intermitentes y los pasos restringidos, que hoy apenas permiten movilizar entre 30% y 40% del tráfico normal, son apenas un alivio temporal. No resuelven de fondo la crisis y generan pérdidas económicas que superan los $20.000 millones diarios.
El cierre de la vía Villavicencio-Bogotá ha impactado gravemente la logística de abastecimiento de alimentos hacia la capital. Las cifras más recientes, basadas en el Censo Pecuario 2025 del ICA y en los boletines semanales del Sipsa del Dane, permiten dimensionar la magnitud de la afectación tanto en el sector avícola como en el renglón agropecuario en general.
Según el Censo, los municipios de Cundinamarca y Meta concentran 5,6 millones de aves de engorde, de las cuales 4,5 millones están en Meta. Castilla La Nueva (1,57 millones), Cumaral (1,0 millón) y Acacías (530 mil) son los municipios más representativos. En levante hay 78.000 aves, principalmente en Guamal y Restrepo, y en postura 566 mil aves, destacándose Quetame con 207.500 y Villavicencio con 121.500.
En Cundinamarca, los municipios de Guayabetal y Puente Quetame destacan por tener más de 2 millones de aves, lo que los convierte en puntos especialmente sensibles frente a los cierres de la vía. Esta realidad evidencia la relevancia estratégica de la región en la producción avícola y el enorme impacto que genera cualquier interrupción en la conectividad.
En cuanto a predios avícolas afectados, se registran 80 en total, 65 de ellos en Meta. El pollo de engorde reúne 53 predios y las aves de postura 25. Estos datos reflejan una magnitud logística inmensa: 2.910 toneladas de alimento concentrado hacia los municipios productores y 1.952.000 kilos de carne de pollo hacia Bogotá. El sobrecosto en transporte se acerca a 300%, lo que ha significado un aumento cercano a 20% en el precio del kilo de pollo. La exposición al cierre es crítica, pues la cadena avícola depende no solo de la salida de carne hacia la capital, sino también del ingreso de insumos esenciales.
El impacto también alcanza a otros sectores, como el palmero. Un sondeo realizado por Fedepalma en 10 plantas extractoras muestra que las principales afectaciones incluyen el incremento de costos de transporte, la dificultad para despachar producto, el aumento en los precios de insumos y, en algunos casos, la suspensión de operaciones. Como resultado, se han dejado de despachar 3.228 toneladas de aceite crudo de palma (CPO) y 380 toneladas de aceite de palmiste (PKO), con un valor superior a $18.260 millones.
Es contradictorio hablar de desarrollo rural, exportaciones y competitividad sin garantizar vías estables y modernas hacia el corazón agropecuario de la nación. La región de los Llanos Orientales es clave para la seguridad alimentaria y para el crecimiento de sectores como el avícola, el palmero y muchos otros que sostienen la canasta básica del país. Sin conectividad, los discursos sobre ser despensa del mundo se quedan en buenas intenciones.
Desde Fenavi hacemos un llamado al Gobierno Nacional para que asuma esta problemática como una prioridad estratégica. Más que abrir una carretera, se trata de habilitar una vía que asegure el futuro agroalimentario de Colombia.