Colombia, uno de los países con evidencia de manipulación
Así lo revela el informe titulado ‘El orden global de la desinformación, inventario global 2019 de manipulación organizada de medios sociales’, realizado por investigadores de la Universidad de Oxford.
“Encontramos evidencia de manipulación organizada en las campañas de redes sociales en 70 países frente a 48 países en 2018 y 28 países en 2017. Parte de este crecimiento proviene de nuevos participantes que están experimentando con las herramientas y técnicas de propaganda computacional durante las elecciones o como una nueva herramienta de control de la información”, dicen los investigadores de Oxford. China aparece en el informe como el mayor jugador mundial en el orden de desinformación global, y aparece así mismo como uno de los siete ‘actores estatales sofisticados’ que usan la propaganda computacional para operaciones de influencia en el extranjero, y que también incluye a Venezuela.
Contra estos países, así como contra India, Irán, Pakistán, Rusia y Arabia Saudita, que están en el mismo grupo, Facebook y Twitter han tomado acciones, pero “aunque esta medida no captura la extensión de qué operaciones de influencia extranjera se están llevando a cabo, podemos con confianza comenzar a construir una imagen de este altamente secreto fenómeno”, dice el informe.
El informe no detalla los países objetivo de la influencia en redes sociales de Venezuela, pero no es difícil imaginar que uno de ellos es Colombia.
El informe destaca que, a pesar de que hay más plataformas de redes sociales que nunca, Facebook sigue siendo la predilecta para la manipulación.
“En 56 países encontramos evidencia de campañas de propaganda computacional organizada en Facebook”, dice el informe.
En Colombia hay aproximadamente 32 millones de usuarios de Facebook. Al hacer el inventario de qué plataformas de redes sociales se usan para la manipulación, la bandera de Colombia aparece en todas (Twitter, Facebook, WhatsApp y YouTube), excepto Instagram.
Colombia hace parte de una ‘selecta minoría’ de países (junto con otros 11, de los 70) en los cuales WhatsApp es plataforma prominente para la manipulación; lo mismo ocurre en YouTube, donde también aparece junto a otra minoría de 11 países.
En Colombia, la investigación identifica al tipo de actor que usan medios sociales para las operaciones de influencia como a políticos y partidos políticos, así como contratistas privados, pero no agencias del Gobierno, como sistemáticamente ocurre en países con regímenes autoritarios, por ejemplo Venezuela.
El informe se enfoca y define las ‘tropas cibernéticas’ o ‘cibertropas’ (Cyber Troops) como actores de gobierno o partido político encargados de manipular la opinión pública en línea, y de acuerdo con su capacidad las clasifica como de alta, media, baja y mínima capacidad, ubicando a los de Colombia en baja capacidad.
Esta es descrita como aquella que “involucra pequeños equipos que pueden ser activos durante las elecciones o referendos pero detienen la actividad hasta el próximo ciclo electoral (cabe recordar que Colombia está en la antesala de una elección)”. Agrega que operan a nivel nacional, sin operaciones en el extranjero.
El informe no incluye para Colombia datos sobre los tamaños de equipos, entrenamiento o gasto.
Respecto a las estrategias, herramientas y técnicas usadas para difundir propaganda o desinformación, la investigación de Oxford asegura que en 87 % de los países los manipuladores usan en redes sociales cuentas humanas; 80%, cuentas con ‘bots’, 11%, cuentas cyborg, y 7%, cuentas robadas o hackeadas.
A los ‘bots’ los describe como “cuentas altamente automatizadas diseñadas para imitar el comportamiento humano en línea”; a las cuentas de “cyborg”, como aquellas que “combinan la automatización con curaduría humana”.
En Colombia identifica el uso de cuentas humanas y bots para las campañas de propaganda y desinformación.
El uso de ‘bots’ es típico de los equipos de baja capacidad, como los de Colombia.
Respecto al tipo de mensaje propagado en redes sociales, la investigación encontró que 71% de las ‘tropas cibernéticas’ propaga mensajes progubernamentales o propartidos políticos; 89%, mensajes que atacan a la oposición política, y el 34%, mensajes polarizadores que buscan dividir la sociedad.
En Colombia, los mensajes propagados entran en la categoría de apoyo a alguna causa o actor político, ataque a la oposición y organizar campañas de desprestigio, o polarización.
Otras prácticas, no identificadas por el informe de Oxford para Colombia, pero que ocurren con frecuencia son distraer o desviar conversaciones o críticas lejos de asuntos importantes, y suprimir la participación a través de ataques personales o acoso.
Respecto a las estrategias de comunicación, la investigación dice que en Colombia se usan para la creación de desinformación o el ‘troleo’, fenómeno este último al que describe como un desafío global creciente y amenaza a los derechos humanos fundamentales.