Los cafeteros en su congreso anual, se reúnen en comisiones de trabajo y someten a aprobación de la plenaria del Congreso en su sesión final, una serie de recomendaciones que, se supone, son mandatorios para el plan de trabajo de la administración en el año siguiente. En el último congreso se aprobaron 82 recomendaciones, varias de ellas son habituales, pero otras nuevas vale la pena destacarlas.

Se adenda al código de ética temas como el trabajo infantil, la mujer, el medio ambiente, el lavado de activos, por ejemplo, este último es indispensable ahora que esta actividad ilícita está llegando a la cadena de café; pero ¿cómo se puede impedir que, a los directivos cafeteros en todos los órdenes, se les impida acceder a los recursos públicos sobre los que tienen capacidad de decidir?

Se recomienda a las directivas que promuevan una ley que obligue a la Nación a asumir el pasivo pensional -proveniente de la extinta Flota Mercante Grancolombiana- que hoy gravita sobre el Fondo del Café, a lo que cualquier gobierno serio se tendrá que oponer, so pena de tener que asumir todas las pensiones del país.

Para mi satisfacción profesional, solicitan que se profundicen los usos de la Cédula Cafetera y la Tarjeta Cafetera como instrumentos para transacciones electrónicas que ahorren los desplazamientos del campesino; se demoraron años para ver sus bondades, aunque nunca es tarde.

Se recomiendan proyectos innovadores para normalización y saneamiento de bienes inmuebles. Ésta sería una revolución para una institución que se ha resistido a monetizar uno de los bancos de activos inmobiliarios más grandes de Colombia; hago referencia, por ejemplo, a las bodegas para almacenar hasta 12 millones de sacos de café, que para nada sirven en el activo cuando no existen inventarios. Ésta podría ser una fuente de recursos para invertir en proyectos para la caficultura.

Recomienda el congreso cafetero adoptar una política de sucesión y que tenga en cuenta aplicación de normas de pensiones, -algo fundamental si tenemos en cuenta los directivos ya jubilados deben abrir espacio para el ascenso de funcionarios preparados, que esperan una oportunidad de. Por ejemplo, se propone un plan de educación para el barismo, preparación y catación del café, deberían iniciar por difundir y reconocer a Diego Campos, -primer colombiano en la historia, campeón mundial de baristas, el año pasado en Italia- pequeño cafetero, patrocinado y educado por Amor Perfecto, su propio gremio debería convertirlo en un símbolo de lo que se puede lograr. Y casi para terminar esta perla: Recomendación de utilizar a líderes espirituales para promover las elecciones cafeteras; suficientes problemas tenemos en Colombia con las iglesias involucradas en la política, para vincularla de esta manera a las elecciones de un gremio económico.

Pero, aún más grave, ordenar que el servicio de extensión sea más activo en el proceso de elecciones cafeteras, cuando es precisamente el ejercito de técnicos y agrónomos al servicio de los que están en el poder, quienes impiden la renovación de la dirigencia, dedicados a utilizar su influencia sobre los campesinos para conseguir votos que les permitan reelegirse. Esta es precisamente una de las debilidades de la democracia cafetera.