Se dice que las personas tienen vocación o llamado según el perfil de cada quien y sus preferencias, con consideración de las competencias y reglas asociadas a cada actividad, sea artística, artesanal, comercial, científica, administrativa, política o religiosa.

Las regiones tienen vocación según lo que en economía se denomina ventajas comparativas relativas. Este concepto fue enunciado en 1817 por David Ricardo. En esencia alude a que las destrezas de una comunidad se deben aplicar a aquellas actividades en que mejor se puede desempeñar en comparación con otras comunidades, en vez de realizar otras actividades.

Si la productividad es alta, habrá valor importante para distribuir entre capital y trabajo. El concepto se desarrolló en un principio para aplicación al comercio internacional, más bien marginal en época de los economistas clásicos, y es difícil de asimilar: aunque cierto, no es trivial, como explicó el economista P. A. Samuelson al matemático S. Ulam, quien era escéptico sobre la relevancia de la economía.

Hay ventajas naturales y ventajas adquiridas. La conjunción de las dos clases de ventajas en una misma actividad conviene por definición. La adquisición de ventajas requiere educación, infraestructura y organización social apropiada.

Cada ámbito geográfico debe esbozar sus estrategias con precisión y flexibilidad. En Colombia debe consolidarse la orientación a servicios informáticos en Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Bucaramanga y Manizales; todo el país debe mejorar su educación para desarrollar servicios de categoría mundial; la costa atlántica debe desarrollar turismo en el litoral y agroindustria en el interior: algodón, palma, arroz; la costa pacífica debe orientarse hacia Buenaventura, único puerto que debe convertirse en gran ciudad, con industria y servicios de primer orden, y Tumaco, donde debe haber agroindustria; el valle del Magdalena y sus laderas deben conservar la orientación agrícola, al igual que el viejo Caldas, el sur de Antioquia y los Santanderes con café, plátano y aguacate.

Hay zonas de clima medio, como el valle del río Cauca y algunos valles de los Santanderes, que podrían ser residencia de cuarta edad del primer mundo. Los llanos orientales deben ser escenario de epopeya agrícola y pecuaria, como han demostrado empresarios brasileños y alemanes.

La seguridad es crucial para el crecimiento rápido y sostenido con base en ventajas comparativas relativas de cada región, y hoy dos tercios del territorio están bajo control de grupos armados ilegales. Se requiere institucionalidad regional, prevista en la Constitución pero combatida por la politiquería de los departamentos, que son demasiados y no tienen muchos recursos.

La instancia pública regional deberá interactuar con las élites empresariales y profesionales para definir planes de acción con el fin de adquirir ventajas comparativas. Será preciso afirmar valores entre las élites públicas y privadas: se necesita compromiso con el respeto y la solidaridad. La gestión acertada resultará en educación e infraestructura necesarias, y en instituciones públicas y privadas con procesos apropiados para las tareas a acometer.

Desestimar las ventajas comparativas relativas y otorgar protecciones como criterio para impulsar el desarrollo asegura la ineficiencia en la asignación de recursos escasos. Los costos del esquema actual son incalculables.