Pacto digital global y gobernanza empresarial
“No podemos construir un futuro para nuestros nietos con un sistema diseñado para nuestros abuelos.” Esta frase de António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, enmarca el espíritu de la Cumbre del Futuro, un evento organizado por la ONU que se llevará a cabo en Nueva York durante la tercera semana de septiembre. En esta cumbre, se busca “forjar un nuevo consenso internacional para mejorar el presente y salvaguardar el futuro.”
Uno de los momentos más significativos de este evento será la promulgación del Pacto Digital Global (PDG), que busca establecer un marco global para el uso de las tecnologías digitales. El PDG no solo subraya la importancia de cerrar las brechas en el acceso a estas tecnologías como un factor clave para la reducción de la pobreza, sino que también pone un fuerte énfasis en el “accountability” -responsabilidad y rendición de cuentas- de las empresas, especialmente las tecnológicas, en el uso ético y responsable de las tecnologías digitales. Este enfoque anticipa una futura evolución hacia un modelo de gobernanza voluntaria, similar al que se ha desarrollado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible -ODS- promulgados por la ONU en 2015.
El PDG se articula en torno a pilares fundamentales como la inclusión digital, la ciberseguridad, la gobernanza de datos y la gobernanza de la inteligencia artificial (IA). En el desarrollo de estos pilares, se enfatiza el rol crucial de las empresas en varios aspectos, de los cuales quiero destacar cinco: (i) Gobernanza de datos: Se subraya la importancia de desarrollar marcos de gobernanza de datos que protejan la privacidad y aseguren el uso responsable de la información, junto con la creación de estándares y clasificaciones que promuevan la interoperabilidad y faciliten el intercambio de datos; (ii) Ciclo de vida de las tecnologías: Se destaca la necesidad de promover la sostenibilidad en todo el ciclo de vida de las tecnologías digitales, desde su diseño hasta su eliminación, garantizando que estas prácticas minimicen el impacto ambiental; (iii) Uso seguro de la IA: En cuanto a la seguridad en el uso de la inteligencia artificial, se enfatiza la necesidad de promover la transparencia y la supervisión humana rigurosa de los sistemas de IA, haciendo un llamado a las organizaciones para que colaboren en el desarrollo y adopción de estándares interoperables que aseguren la seguridad, confiabilidad y respeto a los derechos humanos; (iv) Inclusión digital: En el ámbito de la inclusión digital, se insta a las empresas a contribuir al cierre de las brechas digitales y a garantizar la conectividad universal para 2030, enfocándose en la inversión en infraestructuras resilientes y en la alfabetización digital; y, por último, (v) Espacio digital seguro y confiable: Se resalta la urgencia de contrarrestar todas las formas de violencia y desinformación en línea, y de crear un entorno digital seguro para todos.
Así como el reporte de cumplimiento de los ODS se ha convertido en un estándar casi obligado en los informes anuales de las empresas, es fundamental que en los próximos años el cumplimiento de los objetivos del Pacto Digital Global también se convierta en un estándar esencial en los reportes de las empresas.