Startups: más cebras y camellos
En 2013, Aileen Lee, fundadora del fondo de capital Cowboy Ventures, acuñó el término “unicornio” en un célebre artículo publicado en Techcrunch, donde resaltaba que en el periodo 2003 a 2013, entre 60.000 nacientes empresas de base tecnológica basadas en EE.UU., solo cuatro compañías por año alcanzaron la valoración de los US$1.000 millones, lo cual era bastante escaso, y en analogía comparó a estas startups valoradas en más de US$1.000 millones con los “unicornios”, criaturas míticas difíciles de encontrar.
El “club de los unicornios” ha crecido significativamente en los últimos años, aunque sigue siendo muy selecto; de acuerdo al listado de nuevos unicornios del portal Crunchbase, en 2021 y 2022 surgieron a nivel global 597 y 309 unicornios respectivamente, no obstante, con una caída significativa para el segundo semestre de 2022, cuya cifra fue de 60 compañías, poco menos de una quinta parte de lo alcanzado en igual periodo de 2021, en gran medida como consecuencia del aumento de las tasas de financiamiento.
El cambio del entorno económico ha dado nuevamente relevancia a algunos paradigmas que surgieron años atrás acerca de los modelos de desarrollo y crecimiento de las startups: (i) En 2017 en la conferencia “Zebras Unite” celebrada en Portland, surgió el término de “Cebras”, en respuesta a la cultura predominante entre las startups aspirantes a unicornio que se centraba en “el crecimiento a toda costa y la maximización del valor para los inversores”, mientras en contraposición, las “cebras” optan por ser empresas rentables, éticas y socialmente responsables, y se llaman así porque las cebras son animales reales y pragmáticos, en contraste con los “unicornios”, que son míticos e irreales; y posteriormente, (ii) en 2018 Bryce Roberts, fundador del fondo de inversión Indive.vc., acuño el termino de startups “Camello” refiriéndose a aquellas empresas nacientes con mayor resiliencia y que optan por un crecimiento más lento y sostenible, en analogía a los camellos, animales que son capaces de sobrevivir en condiciones adversas y mantenerse sin agua durante largos periodos de tiempo.
El aporte de los unicornios al desarrollo de la tecnología y la innovación ha sido y seguirá siendo elemento clave para acelerar la transformación de los negocios en Latinoamérica y el mundo; pero no todos han nacido para ser unicornios y es necesario que muchas nacientes empresas deban replantearse sus modelos de desarrollo y financiamiento, para determinar si es conveniente un modelo de crecimiento explosivo a “toda costa y todo costo”, que requiere ingentes necesidades de capital, y que en muchos casos puede llevar a buenos modelos de negocio a la quiebra, o si por el contrario, deben optar por esquemas de desarrollo más conservadores, tipo “Cebra” o “Camello”, donde predomine el crecimiento lento y estable, buscando la sostenibilidad del negocio en el largo plazo y una cultura de negocios ética donde se eviten prácticas depredadoras del mercado. En nuestro caso, en appTUDU.com hemos optado por ser un “camello”.