Analistas 14/06/2023

La nueva cultura reservista

Javier Arenas Romero
Director Harmex S.A.

Con una manifestación cargada de emotividad, vítores, y arengas esperanzadoras, miles de reservistas activos, profesionales, veteranos y pensionados entre hombres y mujeres de nuestras Fuerzas Armadas y de Policía devolvieron, por algunas horas, la honra y dignidad a la Plaza de Bolívar en Bogotá y también a la estatua del libertador con la bandera tricolor, como siempre debe estar y ser. La marcha del pasado 10 de mayo, revivió el concepto de que el respeto no se exige, se gana. La proclama general de “fuera Petro” fue una voz en grito para rechazar las políticas mezquinas a favor de delincuentes que atentan contra la integridad del estado, la democracia y las instituciones. Un acto democrático para repudiar y catalogar como vergonzosas, las actuaciones de un gobierno con incapacidad moral permanente.

Se calcula que entre reservistas activos, veteranos y pensionados de las Fuerzas hay más de 600.000 compatriotas, más 3 mil profesionales oficiales de la reserva que, entre ejército, armada, fuerza aérea y policía, conforman un grupo interdisciplinario que, desde su trabajo ad honórem, aportan con sus saberes, capacidad y experiencia profesional. Y aunque son diversas las asociaciones que los relacionan, la unidad mística y jerárquica es la misma para todos, lo que garantiza no haber perdido ni la autoridad ni las convicciones filosóficas en defensa de la democracia, el orden y la libertad. Es tal el grado de ilusión que despierta esta nueva cultura reservista, que sentimos en ellos la representación de la voluntad del pueblo, sentimos que estos veteranos y retirados, no alcanzaron a sufrir la pérdida de autoridad que hoy viven las Fuerzas Armadas y de Policía, por el obrar de un mando superior visiblemente errático, y tal vez por eso queremos otorgarles y pedirles más responsabilidades de la que normativamente tienen.

Ahora bien, la moda reservista, que más que moda es una ilusión de tranquilidad, llegó para quedarse. Su mística, que se percibe al oír o ver el actuar de los oficiales, suboficiales y soldados en retiro, interpreta la legítima visión de lo que podría ser la sociedad con valores como: el civismo, la mística, la disciplina, el espíritu de familia, el respeto de la dignidad humana y de los símbolos patrios; pacífica y decidida a combatir el crimen en defensa de la vida y la libertad.

La movilización de los grupos de reservistas, retirados y pensionados, tiene hoy una ventaja enorme: conocen desde adentro su Institución, lo que les permite interpretar el ataque doctrinal sin precedentes en un intento de someterlos al plan y antojo de un Gobierno, Presidente y Ministro, que demuestran poco respeto por la institución. También, tiene otra ventaja: el uso y manejo con honor de las armas y la memoria viva de que fueron ellos -sus investigaciones y operaciones- las que destruyeron el aparato armado de las organizaciones terroristas desde el establecimiento y la continuidad de la Política de Seguridad democrática, rescatando a Colombia de las garras del terrorismo narcoguerrillero, narcoparamilitar y delincuencia de todo origen. Una inmensa mayoría de soldados, agentes, suboficiales y oficiales; marinos y pilotos; artilleros, infantes y caballeros; ingenieros, policías en todas las especialidades; los veteranos y profesionales oficiales de la reserva, mantienen el honor y la fortaleza para servir y entregarse por la Patria.

Que no subestimen ese estado social castrense como bastión para la defensa de los valores que ordena cumplir la Constitución, pues es responsabilidad del reservistas y de la sociedad civil frustrar la estrategia vengativa del gobierno hacia las Fuerzas Militares y de Policía de manera que se prevenga la degeneración paulatina y cualquier confrontación armada. En este momento de la historia, resuenan las palabras del poeta canadiense Leonard Cohen, quien dice que: “A veces sabe uno de que lado estar, simplemente viendo quienes están al otro lado”.

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