Recientemente se anunció la salida a la bolsa a través de un Spac, de la compañía norteamericana IonQ, una empresa de desarrollo de hardware y software de computación cuántica fundada en 2015 por dos profesores de las universidades de Maryland y Duke, que pasaron más de dos décadas investigando el tema y como resultado de su trabajo académico, le apostaron a construir una nueva plataforma de computación programable utilizando diminutas partículas atómicas llamadas iones. El logro mas importante de IonQ es convertirse en la primera empresa que ha sido capaz de llevar la computación cuántica a un nivel que permita que inversionistas de gran calibre se interesen por ella.
A diferencia de la forma en que los computadores que usamos en la actualidad representan la información con ceros y unos utilizando un código binario, los computadores cuánticos utilizan un bit cuántico o “qubit” que se apalanca en una propiedad de las partículas subatómicas para mantener o superponer diferentes estados al mismo tiempo. Esto significa que un “qubit” puede representar un 0 y un 1 al mismo tiempo.
Por lo tanto, un computador cuántico puede calcular múltiples operaciones en paralelo en una misma unidad de almacenamiento, mientras que los computadores clásicos no. Este tipo de computación paralela es ideal en casos como la optimización de rutas y logística, por ejemplo, donde se resuelven problemas con múltiples respuestas posibles y un computador clásico requeriría estadísticamente varios intentos en secuencia para llegar a una solución. Con un computador cuántico es posible probar todas las soluciones posibles a la vez, disminuyendo así el tiempo que le lleva encontrar la respuesta correcta de manera drástica.
Los grandes jugadores de la tecnología como Amazon, Microsoft, IBM y Alphabet (la casa matriz de Google) están apostándole al desarrollo de la computación cuántica porque ven su aplicación en múltiples áreas de su negocio. En el caso de Amazon por ejemplo, los computadores cuánticos podrían ayudarle a resolver problemas complejos de optimización logística en su negocio de comercio electrónico que se traducirían en millones de dólares en ahorros y mejoras en la calidad de servicio que ofrecen.
El otro ángulo interesante donde la computación cuántica puede generar una revolución de magnitudes inesperadas es en lo que respecta a su aplicación para romper los algoritmos y técnicas de encriptación que hoy usamos de manera cotidiana. Estos sistemas históricamente se han considerado infalibles, no porque intrínsecamente sean inviolables sino porque romperlos le requeriría una enorme cantidad de tiempo a un computador convencional.
Aunque los computadores cuánticos existentes hoy en día no tengan la suficiente capacidad para romper la criptografía actual de clave pública, el riesgo de que la tecnología evolucione rápidamente y en 5 o 10 años estos sistemas sean capaces de descifrar mensajes, archivos o transacciones está en el horizonte.
En temas de seguridad nacional este riesgo es increíblemente mas alto, ya que un adversario podría grabar hoy el tráfico encriptado de internet o robar documentos encriptados de una empresa o gobierno con el fin de descifrarlos en el futuro, cuando esté disponible el cómputo cuántico con capacidad suficiente. De esta manera, las computadoras cuánticas futuras son una amenaza para la seguridad a largo plazo de la información actual.