Analistas 21/03/2015

Educación en línea 2.0: una necesidad inminente

Javier Villamizar
Managing Director

En los últimos días los medios de Estados Unidos han centrado sus ojos de nuevo en el tema educativo, esta vez gracias a la propuesta del presidente Barack Obama de una “Ley de Derechos de Ayuda a Estudiantes”, una lista de prioridades que, según él, servirán para asegurar que una gran mayoría de los estadounidenses tengan acceso a una educación superior de calidad a bajo costo y que la financiación de la misma sea mas económica y transparente.  La preocupación de la Casa Blanca está sustentada en un reciente censo educativo que indica que mas de 70% de los estudiantes que se gradúan de la universidad, entran al mercado laboral con una deuda promedio de casi US$30.000, poniéndolos en desventaja al inicio de su carrera profesional y generando uno de los problemas económicos más grandes que enfrenta actualmente el país. En los últimos años, la situación de los estudiantes en lugar de mejorar, ha venido empeorando y los gobiernos de turno no han tomado las medidas adecuadas, como lo demuestra la decisión del Congreso norteamericano en 2005 de eliminar varias protecciones para los estudiantes deudores, la cual abrió la puerta para que las instituciones financieras tuvieran el derecho de quitar un porcentaje del sueldo, o de las contribuciones a la seguridad social, o embargar propiedades a los que deben.

El costo de la educación superior en Estados Unidos siempre ha sido elevado y aunque existen programas federales y privados para incentivar el ahorro temprano, los jóvenes terminan teniendo que trabajar en sus ratos libres para sostenerse durante sus años de carrera. En los últimos años debido a la crisis económica,  el panorama se ha deteriorado dramáticamente, incrementando la dependencia de los estudiantes en los préstamos,  al mismo tiempo,  ha subido el costo de la educación superior tradicional y en promedio se estima que su calidad ha empeorado. 

Aunque la educación en línea ha sido una alternativa desde hace mas de una década, pareciera que hoy en día está cobrando mayor relevancia y el interés de los estudiantes continúa en alza, en principio por la eficacia y flexibilidad de este tipo de enseñanza y particularmente por su bajo costo comparada con la educación tradicional. Del lado de los estudiantes e incluso desde el punto de vista de los empleadores, la importancia de un título que provenga de un centro educativo del “mundo real” se ha venido revaluando y cada día se da mas importancia al desarrollo de destrezas de manera flexible y económica, que permitan un acceso rápido y fácil el empleo. Un ejemplo interesante de esta tendencia es “NextU”, un nuevo entrante al mercado que se enfoca en ayudar a estudiantes a nivel regional, a adquirir capacidades técnicas con alta demanda en el mundo competitivo del internet como programación y desarrollo de aplicaciones móviles, usando un modelo de enseñanza en línea. Otros jugadores en este espacio como Udacity, Coursera y edX, esta última tiene a Harvard y a MIT detrás, están igualmente enfocadas en hacer que la universidad sea más barata y mejor, explotando los últimos avances en el procesamiento de datos a gran escala y el aprendizaje de máquinas que permite a los ordenadores adaptarse a las tareas que se les presentan.

La educación en línea se convierte en la evolución y la integración con la tecnología del internet, de la cada vez más popular idea de hacer “escuela en casa”. Una plataforma de educación en la red o en la “nube” complementa el aprendizaje en casa con información valiosa, materiales y cursos con acreditación. 

Otro factor que realza la importancia de la masificación de la educación en línea y del poder transformacional de la misma, es la presión que ella impone en las universidades tradicionales y como los cursos abiertos obligan a los dueños, gerentes y profesores universitarios a reconsiderar muchos de los supuestos sobre la calidad, forma, significado y costo de la educación superior. Para bien o para mal, esta vez de una manera desestabilizadora, la red ha llegado una vez más a la puerta de la academia y su impacto se hará sentir de manera global.