Analistas 27/05/2023

Negociación evitativa

Javier Villamizar
Managing Director

Una negociación evitativa hace referencia a una técnica de negociación en la que las partes, a priori, reconocen que es mejor perder que ganar. Esto se debe a que los negociadores saben que no obtendrán beneficios del acuerdo. En este caso, se elige postergar la negociación o no negociar. Esta situación se evidencia hoy en la negociación que el congreso de los Estados Unidos está llevando a cabo en relación con incrementar el techo de la deuda del país. Por un lado, los demócratas están a favor de mantener o aumentar el gasto en programas sociales, por otro, los republicanos expresan preocupaciones sobre la salud fiscal del país y la necesidad de recortar el gasto. La falta de un acuerdo sobre el tema en cuestión podría poner teóricamente al país en una situación donde se presentaría un impago de su deuda, fenómeno nunca visto y con potenciales consecuencias catastróficas.

Ante los ojos del ciudadano del común, resulta crucial que Estados Unidos evite el impago de su deuda y que el Congreso resuelva las discusiones de manera expedita. El impago tendría consecuencias económicas devastadoras y afectaría al país a nivel doméstico y en su relación con el resto del mundo. Una de las razones por las que el impago debe evitarse es el impacto que esta situación tendría en los mercados financieros y en la confianza de los inversores. Esto conduciría a una mayor incertidumbre económica, lo que perjudicaría el crecimiento y la inversión y generaría un aumento en los costos de endeudamiento para el gobierno, las empresas y los ciudadanos, limitando la actividad económica y obstaculizando la creación de empleo.

Es importante destacar que los demócratas han estado impulsando gastos en programas sociales por los últimos años como continuación de las ayudas que el gobierno otorgó a los ciudadanos durante la pandemia del covid-19, lo cual es motivo de preocupación para los republicanos en términos de sostenibilidad fiscal. Sin embargo, es necesario encontrar un equilibrio entre el gasto social y la responsabilidad fiscal.

Con relación a China, el enemigo más importante de Estados Unidos en el ámbito económico, un impago de la deuda tendría un efecto perjudicial. China es uno de los principales tenedores de bonos del Tesoro de Estados Unidos y observa de cerca las decisiones financieras del país. Un impago afectaría la estabilidad financiera global y dañaría la confianza en Estados Unidos como un país confiable para la inversión.

Es importante señalar que no existe una fecha límite real para las negociaciones, algo que los demócratas han preferido tergiversar. En gobiernos pasados, los Estados Unidos han sido capaz de operar incluso después de la fecha límite, lo que demuestra cierta flexibilidad en el manejo de esta situación.

El impacto de no lograr un acuerdo sobre el techo de la deuda se podría extender al mercado de valores. La incertidumbre generada por la falta de un acuerdo puede provocar una disminución de la demanda de acciones y una caída en los precios. Esto, a su vez, puede tener efectos negativos en el consumo, la inversión empresarial y la economía en general. Por lo tanto, suena lógico que aunque las partes públicamente sigan diciendo que están lejos de un acuerdo, en los próximos días se resuelvan los puntos más importantes con el fin de evitar un impacto perjudicial en el mercado de valores y en la estabilidad financiera del país.

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