Un estudio recientemente publicado por la firma de consultoría McKinsey & Company, estima que para 2023, la industria del transporte aéreo estaría en riesgo de perder cerca de 20% de los viajeros corporativos a causa de los efectos de la pandemia de covid-19. Este segmento de la industria ha sido históricamente el mas lucrativo, suponiendo tan solo 12% del volumen de pasajeros, pero mas de 75% de las ganancias de las aerolíneas. En el caso de los hoteles, los viajes de negocios, conferencias y eventos corporativos sumaban mas de 50% de la facturación en general.
La recuperación de este sector puede tomar años, debido a factores como la implementación de campañas de vacunación, la volatilidad e inseguridad sanitaria en los viajes de larga distancia, la potencial aparición de nuevas variantes del coronavirus, el aumento del teletrabajo, pero principalmente por la desaparición de viajes innecesarios o fácilmente reemplazables por videoconferencias o conexiones virtuales, que contribuían con aproximadamente un quinto de los ingresos.
La pandemia de covid-19 ha generado una adopción exponencial de nuevas tecnologías para la realización de reuniones y eventos de manera virtual, que ha empezado a convencer a muchos empleadores de la necesidad o mas bien de la oportunidad que esto representa para una reducción de presupuestos para viajes corporativos.
Existe un segmento de viajeros que seguirá viajando a ritmos similares a los que se veían pre-pandemia que, según el estudio de McKinsey, contribuirá con cerca de 60% de todos los ingresos de las aerolíneas, siendo estos pasajeros los que liderarán la recuperación del sector.
Según el estudio, se espera que sean los medianos, pequeños y micro-empresarios los que empiecen a viajar mas seguido con el objetivo de impulsar la productividad en sus respectivas compañías. Otro fenómeno que ya se empieza a ver es que los empresarios hacen menos viajes, pero más largos, siendo conscientes de que pueden aprovechar más la jornada y así le sacan más partido a la visita.
Una tendencia que seguirá afectando negativamente el crecimiento de los viajes de negocios y que no tiene nada que ver con la pandemia, es la renovación de la fuerza de trabajo y la llegada de la llamada “Generación Z” al ámbito laboral. Esta nueva generación muestra marcadas preferencias a la hora de decidir donde emplearse, por empresas donde la importancia del cuidado del planeta, la persecución de metas de desarrollo sostenible, así como los temas relacionados con los objetivos ESG, sean parte de la cultura empresarial. La reducción de viajes no esenciales como un mecanismo para contribuir con la reducción de emisiones de carbono se vuelve un elemento importante para empresas en competencia por talento y recursos humanos a largo plazo.
Como contrapeso a la reducción de viajes innecesarios, el hecho de que vivamos en una economía globalizada, sin duda promoverá un incremento en viajes relacionados a actividades de colaboración empresarial y al mismo tiempo surgirán nuevos razones para viajar, como las reuniones periódicas de trabajadores remotos que han empezado a popularizarse en compañías de tecnología especialmente en “Silicon Valley”, así como eventos estratégicos que congreguen mucho más frecuentemente a un menor número de personas.