Se buscan valientes

«Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles» Bertolt Brecht.

Esa frase, que escuché por primera vez en “Sueño con serpientes”, una de mis canciones favoritas, ha resonado en mi mente los últimos días. La discusión política que tiene lugar sobre todo en redes sociales, me ha llevado a pensar que somos muchos los que estamos en contra de las políticas del Gobierno de Petro, pero muy pocos quienes nos atrevemos a decirlo, y peor aún: muy pocos los que lo enfrentamos directamente.

Supongo que muchos sienten miedo de hacerlo públicamente, y cómo no, si es que algunos periodistas, políticos, y movimientos que nos oponemos a las reformas de Petro, hemos sido blanco de ataques en las redes, en medios que se dicen independientes, en el mismo Rtvc, y hasta del mismo Presidente. Pero si ahora nos quedamos con el miedo, nuestro presente y sobre todo el futuro serán terroríficos, más aún sabiendo que estamos solos, pues cientos de congresistas velan únicamente por sus intereses políticos y económicos, dejando de lado el interés general.

No me siento cómoda dejando mi futuro en manos de los partidos tradicionales que posan de opositores pero que han sido cómplices al aprobar la reforma pensional y ahora, muy posiblemente, la laboral.

Otros, además del miedo, no se atreven a enfrentarse al Gobierno por interés laboral. Recuerdo hace algunos meses, estando en una audiencia pública de la reforma pensional, que un académico a quien admiro, se me acercó para decirme que él no podía hablar contra el proyecto, pero que estaba convencido que era una expropiación. Me entristeció porque como él, son muchos los académicos y empresarios que no se atreven.

Cuando viajamos a Perú y a Argentina a grabar nuestro documental sobre la vejez, entrevistamos a académicos y expertos que, sin pelos en la lengua, nos explicaron que la pensional en Colombia es, sin duda, una expropiación. Nos preguntamos: ¿por qué es tan difícil que aquí muchos se atrevan a dar esta lucha? Es frustrante.

Sin embargo, para defender la propiedad privada, los ahorros y la libertad, no hace falta ser académico, funcionario público, empresario o experto. Más allá de estar informado, sobre todo, es necesario tener ganas de dar la lucha. Y luchar significa enfrentar con argumentos a quienes nos quieren ‘vender’ la idea de que el liberalismo es malo; y estar dispuestos a luchar siempre, desde dondequiera que estemos. Esto no es una ‘pelea’ de 4 años. Como va el país, estaremos así por mucho tiempo.

A esos valientes los estamos buscando en la Ruta Libertad 2026.

“Por más ataques, derrotas y frustraciones que se han presentado en el camino de #NoConMiAhorro, estamos convencidos de que daremos esta lucha hasta el final, y quién sabe cuántos años faltan para que llegue ese día. Hace falta gente que luche toda la vida, porque como diría Bertolt Brecht, esos son los imprescindibles.”