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Sí sí Colombia, sí sí crecimiento económico

Jerome Sanabria

El fútbol y la Selección Colombia nos han dado las alegrías más grandes en las últimas semanas; pero démosle otra mirada: el fútbol, más que una pasión, también es una gran oportunidad de crecimiento económico.

Los deportes mueven pasiones y el alma de millones de personas. Por ejemplo, la alegría más grande de mi vida me la dio mi equipo de fútbol. Es evidente que a donde va un equipo, siempre llegan hinchas, muchos hinchas. Veamos el caso sorprendente en la Copa América 2024: en tan solo los tres partidos de la fase de grupos de la Selección Colombia, y según Infobae, han asistido aproximadamente 55.000 colombianos.

¡55.000 boletas vendidas a colombianos! Boletas que, cada una, ronda entre US$200 y US$2.000. Además, se estima que la Federación de Fútbol de Estados Unidos recibirá US$5.000 millones solo por la asistencia a todos los partidos de la Copa América. Sumado a lo anterior, el hecho de organizar un evento deportivo tan grande como una Copa América, unos Juegos Olímpicos, o un Mundial, trae consigo un aumento exponencial del turismo.

Quienes ganan no son solo las Federaciones de deportes, también se benefician hoteles, restaurantes, tiendas, guías turísticos, y demás eslabones que hacen parte del encadenamiento. Ganamos todos.

Al haber inversión en infraestructura, habrá desarrollo para las ciudades

Para el ejemplo, Qatar, que reportó haber recibido ingresos por US$17 billones en 2022 como país anfitrión del Mundial de Fútbol. Eso sí, si queremos tener crecimiento económico -como en todo- debemos invertir primero. En el caso de Colombia, se necesita mejorar la capacidad de sus estadios de fútbol, sedes deportivas, y en general, la infraestructura de las ciudades. Si bien Barranquilla ha avanzado significativamente al construir espacios deportivos y mejorar la infraestructura de la ciudad, es necesario emular este ejercicio en muchas ciudades del país.

Pero no puede ser únicamente un esfuerzo de los gobiernos locales, los empresarios y la sociedad civil. Aunque suene absurdo, es necesario recordar que estuvimos a punto de organizar los Juegos Panamericanos de 2024, y por falta de diligencia y trabajo del Gobierno Nacional actual, perdimos la sede. Qué negligencia. Perdimos la oportunidad de potenciar el crecimiento económico y de mejorar la calidad de vida con la construcción de nuevas infraestructuras.

Como en una cadena, al haber inversión en infraestructura, habrá desarrollo para las ciudades y mejor calidad de vida, por ejemplo, con espacios deportivos que atraerán jóvenes deportistas que pueden ser futuros campeones. Con mayor desarrollo, las ciudades pueden resultar más atractivas para organizar grandes eventos como mundiales, o una Copa América o unos Juegos Olímpicos.

Difícil panorama si tenemos en cuenta la última reforma tributaria y la incertidumbre que está generando el Gobierno para el sector empresarial. Así, ¿quién invierte? Necesitamos gobernantes y líderes que vean al crecimiento económico como objetivo y no lo satanicen. Sí a las empresas, sí a la inversión y sí al fútbol, sobre todo en este momento. Sí sí Colombia, sí sí crecimiento económico.

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