Analistas 28/10/2024

Bre-B

Jonathan Malagón
Presidente de Asobancaria

La llegada de la pandemia transformó de manera definitiva la forma en que los colombianos realizan sus transacciones diarias. La banca colombiana enfrentó en 2020 el reto de facilitar los pagos con el menor contacto posible, desencadenando un proceso de transformación digital e inclusión financiera sin precedentes.

Lo que alguna vez fue un sueño hoy es realidad: en dicho año, el 45,7% de los colombianos tenía acceso a un depósito de bajo monto (también conocido como cuenta/billetera digital), mientras que actualmente el 72,1% de la población cuenta con una de estas cuentas, lo que se traduce en un avance significativo en la inclusión financiera, que en 2023 se ubicó en el 94% de los adultos.

Este crecimiento se refleja en la ola de digitalización de los pagos en el país. Con el desarrollo de nuevos esquemas de pago, las transferencias electrónicas se han convertido en uno de los instrumentos más utilizados, registrando un crecimiento de 43% en el número de operaciones entre 2022 y 2023.

Esto demuestra que, aunque el uso de efectivo sigue siendo popular (78% de las transacciones en la economía), los medios digitales no se han quedado atrás.

El sector financiero ha impulsado iniciativas como Transfiya y Entre-Cuentas, para que los pagos digitales no sólo sean inmediatos, sino también interoperables entre diferentes entidades financieras. El promedio diario de operaciones de Transfiya, que facilita transferencias persona a persona, pasó de

96.526 en 2022 a 382.889 en 2023, con un incremento de 302% en su valor nominal. Por su parte, Entre-Cuentas, que opera desde septiembre de 2023, ha revolucionado los pagos de persona a comercio, alcanzando más de 26 millones de operaciones por un valor de 1,7 billones de pesos a mediados de 2024.

Las tendencias de pagos en Colombia están alineadas con las del resto del mundo. Actualmente, más de 60 países cuentan con infraestructuras de pago interoperables e inmediatas. Según el GlobalFindex, entre 2014 y 2021 la proporción de adultos en países en desarrollo que utilizaron pagos por medios digitales aumentó de 35% al 57%. PIX en Brasil, que opera desde 2020, ha demostrado ser un claro caso de éxito en la región.

En poco más de un año desde su lanzamiento, alcanzó 114 millones de usuarios, es decir, el 67% de la población adulta. Esto llevó a que en Brasil el volumen de transacciones digitales pasara de 9.4 billones en 2021 a 42 billones en 2023, con un crecimiento promedio anual del 86%.

En este contexto, las instituciones bancarias de Colombia acompañan de manera activa la implementación de Bre-B, el sistema de pagos inmediatos e interoperables del Banco de la República, que conectará a los sistemas de pago de bajo valor inmediatos existentes para facilitar transacciones entre entidades en menos de 20 segundos.

Con el impulso de Bre-B, se espera continuar promoviendo el uso de canales digitales, facilitar la transaccionalidad de los colombianos y reducir la dependencia del efectivo.

En perspectiva, el panorama actual supera los límites que una vez imaginamos, aunque queda camino por recorrer. La seguridad y la escalabilidad del sistema Bre-B son esenciales para llevar el ecosistema de pagos colombiano al siguiente nivel de modernidad y eficiencia. Para lograrlo, se requiere el involucramiento de todos los actores.

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