Revitalizando el campo colombiano: un nuevo enfoque del impuesto predial
En el análisis de la evolución de los ingresos municipales en Colombia durante el período comprendido entre 2011 y 2021, se observan tendencias notables que requieren una investigación más exhaustiva.
La categorización de los municipios en cuatro grupos, realizada por la Misión de Descentralización (ciudades y áreas metropolitanas, zonas en desarrollo urbano, municipios rurales y aquellos enfocados en la preservación ambiental), proporciona una perspectiva intrigante. A nivel nacional, se ha registrado un aumento constante de los ingresos propios, con una tasa promedio anual de 4,22%. No obstante, merece especial atención el rendimiento de los municipios rurales y los orientados hacia la conservación ambiental, los cuales han experimentado tasas de crecimiento promedio anual superiores, alcanzando 4,92% y 5,29%, respectivamente.
Aunque este aumento de ingresos podría sugerir un florecimiento económico y beneficios para las finanzas públicas de los municipios rurales, un análisis más detallado de la composición de los ingresos corrientes desvela una paradoja. El impuesto predial, que constituye alrededor de 19% de los ingresos tributarios de estos municipios, ha experimentado tasas de crecimiento anual negativas, llegando a -0,70% y -1,13% en municipios agrícolas y de vocación ambiental, respectivamente. En contraste, el impuesto de Industria, que representa aproximadamente 18,9% de los ingresos tributarios, ha mantenido tasas de crecimiento positivas, oscilando entre 1,82% y 1,52% para estos mismos grupos de municipios.
Esta situación se atribuye en gran medida a la limitada capacidad de pago en las áreas rurales, donde los hogares enfrentan obstáculos considerables para mantener su estabilidad financiera, como la falta de ahorros significativos, una capacidad de pago reducida, la acumulación insuficiente de capital y una productividad limitada debido a la falta de tecnología moderna y un uso ineficiente del suelo.
Además, el ciclo productivo de las actividades agrícolas en estas áreas rurales tiene un impacto significativo. Este ciclo genera ingresos estacionales y volátiles, lo que dificulta el cumplimiento de las obligaciones fiscales por parte de los hogares rurales, representando un desafío adicional para la gestión de las responsabilidades tributarias.
Esta situación resalta la imperante necesidad de implementar medidas fiscales diseñadas específicamente para adecuarse a las realidades económicas rurales, con el fin de asegurar una tributación justa y asequible para los hogares rurales, al mismo tiempo que se promueve el desarrollo sostenible en estas comunidades. La dependencia de los municipios rurales del impuesto predial, que representa aproximadamente 20% de sus ingresos tributarios, plantea cuestionamientos cruciales sobre su sostenibilidad, destacando la urgencia de diversificar las fuentes de ingresos o reformar la estructura tributaria actual.
Por lo tanto, es esencial abordar este problema sin demora. Para hacer frente a esta paradoja y aliviar la presión fiscal tanto en los hogares rurales como en las finanzas públicas de los municipios, proponemos una medida innovadora: vincular el impuesto predial al ciclo productivo rural. Esta estrategia adaptativa tiene como objetivo reducir la vulnerabilidad de los hogares y municipios rurales a los impuestos, ajustando las tasas impositivas según los ingresos de los hogares a lo largo del año.
En épocas de cosecha o producción agrícola, cuando los hogares rurales obtienen ingresos significativos, las tasas impositivas serían más altas, y disminuirían en períodos de menor actividad económica, aliviando la carga tributaria en momentos de menor capacidad de pago.
Esta medida no solo lograría una tributación más justa para los hogares rurales, sino también proporcionaría una mayor previsibilidad y estabilidad en los ingresos de los municipios rurales.
Además, fomentaría un uso más eficiente del suelo, promoviendo la inversión en prácticas agrícolas sostenibles y tecnología, lo que impulsaría la productividad rural. Para garantizar una implementación exitosa, es esencial contar con un sólido sistema de monitoreo y evaluación adaptado al ciclo productivo. Esto permitiría una administración tributaria eficiente y garantizaría ajustes justos y transparentes.
La propuesta adquiere aún más relevancia cuando se combina con la consolidación del catastro multipropósito, un objetivo fundamental para la administración actual. La transición de un índice de legalidad de tierras de 9% a 70% en las áreas rurales representaría un avance de gran trascendencia.
Esto no solo legalizaría la tierra en Colombia, brindando seguridad jurídica a propietarios y comunidades rurales, sino que también fomentaría el uso eficiente del suelo orientado hacia productos que se alinean con las habilidades y vocación de los agricultores locales. Como resultado, se generarían mejoras significativas en los ingresos tanto para los hogares rurales como para los municipios.
En resumen, la propuesta presentada abre un camino hacia una mayor equidad tributaria, el desarrollo sostenible y la reducción de las desigualdades en las comunidades rurales. Sus ventajas son notables: se lograría una tributación más justa al alinear el impuesto predial con el ciclo productivo rural, garantizando que los hogares rurales paguen impuestos de acuerdo con su capacidad de pago real, promoviendo la equidad tributaria. Igualmente, esta medida aumentaría el cumplimiento voluntario de las obligaciones fiscales, reduciendo la evasión y la elusión. Proporcionaría estabilidad a los municipios rurales al asegurar ingresos más constantes a lo largo del año, permitiéndoles planificar y ejecutar proyectos de desarrollo de manera más efectiva. Además, fomentaría un desarrollo sostenible al incentivar prácticas agrícolas más respetuosas con el medio ambiente y la inversión en tecnología, impulsando la productividad rural. Finalmente, ayudaría a reducir las desigualdades entre los grandes propietarios de tierras y los pequeños productores rurales, creando un ciclo virtuoso que beneficiaría a toda la comunidad.