"No hay belleza sin mirada. Un artista invita no sólo a mirar, sino a imaginar". - Carlos Fuentes.

La forma como Colombia nos invitó a mirar con belleza la conectividad y la inclusión digital creó una escuela de optimistas y diseñadores de política pública en América Latina. No hay lugar más hot para imaginar una sociedad digital que Colombia. Desde hace 12 años la invitación a la construcción de conceptos como inclusión digital, conectividad y debates tan técnicos como la liberación de espectro radioeléctrico, encontraron en Colombia al anfitrión perfecto para la complicidad colectiva e imaginar sociedades conectadas con beneficios sociales tangibles.

De ahí salieron debates que influyeron la creación de nuevos marcos legales como en México, y mejorar otros como en Brasil. Se empezó a generar nueva política pública, la digital, a partir de un sencillo silogismo: las tecnologías de la información y la información, se fusionaron con las telecomunicaciones y todo es digital, incluida la política pública.

Hoy, la Internet es un derecho fundamental, un derecho humano y con ello habilita todos los demás derechos fundamentales. Los sistemas constitucionales de América Latina necesitan de nueva política pública para habilitarse en el universo digital. Estamos ante algo que denomino “Constitucionalismo Digital”. No cabe duda, la Internet y los servicios de telecomunicaciones son la más poderosa herramienta de transformación social y el igualador indiscutible de derechos humanos y oportunidades económicas.

¿Dónde estamos en Colombia? El 93% de la población de España cuenta con servicio de Internet; Chile, 88,3%; Brasil, 81,3%, México, 70% y 65% en Colombia. España ha desplegado más fibra óptica que Reino Unido, Alemania, Francia e Italia juntas. ¿Por qué no hemos podido en Colombia?

El PIB telecom de España es más de 10% más grande que el de México. Ellos con 46 millones de habitantes y México con 120 millones. Chile cuenta con los precios del espectro radioeléctrico más bajos de América Latina; sólo Brasil acaba de superar a Chile con los precios del espectro radioeléctrico más accesibles de América Latina en su reciente licitación 5G.

Colombia registra, a marzo de 2021, 8.05 millones de accesos fijos a Internet o 15.7 abonados por cada 100 habitantes. Existen 7.2 millones de líneas fijas o 14.2 líneas por cada 100 habitantes. Cuenta con 6.06 millones de abonados al servicio de TV de paga; 54.42 millones de suscripciones móviles, distinguido por tener una alta densidad de número de conexiones.

Esto no es un reflejo del estado de adopción real y podría deberse a un interés de los usuarios por tener más de una SIM que les permita “cazar” ofertas y promociones en recargas de saldo en prepago.

Al mismo tiempo, Colombia cuenta con uno de los sistemas de competencia más complejos de la región, caracterizado por uno de los ingresos promedio por usuario más bajos, el segundo precio del espectro más caro y la mayor cantidad de empresas públicas y privadas, asociadas entre sí o compitiendo, generando una distorsión sistémica a la que se ha acostumbrado el mercado. Hay una falta de agenda digital en los Departamentos para la transformación digital de ciudadanos, pymes y administraciones públicas.