Hace pocos días en un evento organizado por Asomóvil, entidad que aglomera a algunos operadores celulares del mercado, fue presentado un detallado estudio de la GSMA sobre el precio del espectro. GSMA gestiona objetivos comunes de sus miembros, que son 750 operadores de telefonía móvil y 400 empresas fabricantes de móviles y dispositivos portátiles, empresas de software, proveedores de equipos y empresas de Internet.
El estudio llega en una época en donde nuestro país dispone de alrededor de 445 Mhz de espectro asignado para uso móvil en 5 bandas. Hacia fines de 2021 deberán renovarse 25 MHz de espectro en la banda de 1900, y hay otros 210 MHz adicionales en las bandas de 850, 1900, 2600 y AWS que se deben renovar entre 2023 y 2024. Esto quiere decir que al siguiente gobierno le tocará no solo el despliegue de 5G, sino las renovaciones de estas licencias, hoy en manos de varios operadores.
Dentro del estudio aparece primero un indicador delicado, los ingresos de los operadores vienen a la baja. El ingreso promedio por usuario en telefonía móvil celular en Colombia es consistentemente más bajo que el promedio de otros países de América Latina, y la diferencia se ha incrementado sostenidamente en los últimos años.
Las cifras vienen cayendo desde 2014, y es previsible que sigan cayendo por el ingreso reciente al mercado del cuarto operador WOM que trae una estrategia de precios agresiva. Los ejecutivos de WOM me manifestaron que seguirán las estrategias que utilizaron anteriormente en países como Polonia y Chile. “Un poco más barato que los otros, un poco mejor en servicio al cliente que los otros” es su consigna para romper mercado.
Potencialmente vinculado a un despliegue más lento de cobertura 4G, Colombia fue líder en cobertura 3G en la región, y hasta 2014 tuvo una mayor cobertura 4G que el resto de América Latina. Ahora hemos caído por debajo de la región. En nuestras carreteras y municipios alejados todavía hay redes 2G. La actualización de redes es muy necesaria. Estamos en un mundo en donde la pandemia disparó la conectividad de personas y empresas.
Con internet de las cosas vendrán crecimientos en consumos exponenciales, especialmente de video y aplicaciones. GSMA señala en el estudio que el valor del espectro en Colombia es muy caro comparado con los otros países de la región. Si tenemos en cuenta, por ejemplo, el efecto de tasa de cambio, y que varios proveedores de telecomunicaciones importan equipos del exterior, el impacto sobre los estados financieros es devastador. Los operadores siguen cumpliendo con obligaciones de adjudicaciones anteriores, el tema no para.
Una alternativa es que las próximas renovaciones y nuevas subastas se hagan no con una mirada 100% de recaudar el máximo nivel de efectivo posible. Pienso que se pueden explorar fórmulas que incluyan un mayor nivel de obligaciones de hacer a operadores que permitan hacer inversiones racionalmente. Hay formas de tener espectro en el mercado secundario, como el decreto presentado por Presidencia y MinTIC, que dan flexibilidad a operadores y permiten tener acceso rápidamente a clientes con una mejor solución de conectividad. MinTIC deberá garantizar que las siguientes adjudicaciones hagan sentido financiero para todos.