La Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (conocida como la SEC por sus siglas en inglés) finalmente aprobó esta semana de manera oficial la viabilidad de la creación de los primeros fondos de cotización en bolsa que incluyen al popular criptoactivo bitcoin. En el detalle aparecen los primeros 11 ETF relacionados con esta moneda digital. Un ETF es un vehículo financiero, que en este caso resulta ser un fondo cuyo valor está atado a la cotización de bitcoin al contado, que desde ayer se puede negociar oficialmente tanto en Nasdaq, Bolsa de Nueva York (Nyse) como en la tradicional Chicago Board Options Exchange (Cboe).
Hace unas jornadas se habían presentado movimientos de alta volatilidad en el precio causados por un anuncio falso que fue publicado desde la cuenta oficial de la SEC. Este efecto generó un nerviosismo desbordado con cambios inusitados. Luego de aclarar la inconveniente confusión que se viralizó a toda velocidad por las redes sociales, los analistas consideran que se dio un paso muy importante para considerar a estos activos como legítimos en el mercado financiero tradicional. Hasta antes de la formalización de la SEC, algunos inversionistas institucionales no consideraban al bitcoin como una posibilidad para invertir, debido a sus estrictas políticas financieras de tinte conservador que fijan unas líneas rojas de acuerdo al tipo de activos disponibles.
Las solicitudes ante la SEC habían sido registradas por la famosa administradora de activos internacional BlackRock (principal interesada), junto con otras organizaciones similares como Ark Invest, Fidelity, Grayscale, Hashdex, WisdomTree, VanEck, Franklin Templeton, Bitwise, Invesco Galaxy y Valkyrie. En el caso particular de BlackRock, el fondo que se llama “Ishares Bitcoin Trust” con siglas Ibit, cotizaba ayer en la previa de apertura del mercado con un alza de más de 25%, lo que demuestra el apetito represado desde comienzos de este año por parte de agentes interesados.
En pocas semanas el precio del criptoactivo se ha trepado en un sostenido “rally”. Hace un año se cotizaba alrededor de US$18.000, ayer estaba por encima de los US$47.000, un crecimiento que difícilmente se presenta en un activo tradicional con respaldo.
Todavía se encuentra lejos de los máximos que obtuvo bitcoin en noviembre de 2021 por encima de los US$69.000. En ese momento “expertos” en el tema proyectaban un objetivo supuestamente de US$100.000 en un precio hipotético al que nunca se llegó. De hecho, la corrección en precio fue muy brusca llegando a descolgarse en caída libre durante algunas jornadas del primer semestre de 2022.
Este nuevo marco regulatorio traerá sus inminentes cambios de portafolio para inversionistas. Hay decenas de criptomonedas que esperan recorrer el mismo camino que bitcoin en mucho menos tiempo. Lo que es imposible de predecir es cuál va a ser la velocidad a la que se irán desplegando los cambios por el mundo. En nuestro país, la Superfinanciera ha venido trabajando juiciosa y sostenidamente desde hace unos años para ajustar las normas a esta inminente realidad financiera. En muy poco tiempo deberíamos tener anuncios contundentes para que nuestro mercado no quede rezagado del nuevo orden internacional.