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Con el desarrollo de la economía digital y la modernización de las industrias, la humanidad ha venido apalancándose en lo que se conoce como Inteligencia Artificial. Debemos comenzar recordando al legendario matemático británico Alan Turing, conocido en la comunidad científica como el padre de la Inteligencia Artificial. Turing se graduó de Princeton, donde se especializó en matemáticas, lógica y teoría de probabilidad. En 1936 publicó un trabajo en donde por primera vez un ser humano diseñó un modelo abstracto capaz de reproducir órdenes prefabricadas.
Este invento se popularizó entre los matemáticos e ingenieros del siglo anterior con el nombre de ‘La Máquina de Turing’. La máquina de Turing es un modelo matemático que opera y lee instrucciones de una cinta y que emula la lógica de funcionamiento de un algoritmo de un computador. Lo exótico fue que Turing desarrolló su máquina, sin que físicamente fuera desarrollada, o siquiera existieran las piezas que posteriormente se inventaron para los primeros ordenadores. En tiempos mucho más recientes, es como si alguien hubiera inventado whatsapp sin que existieran los teléfonos celulares.
Desde el año pasado Mark Zuckerberg explicó al mundo que el aplicativo de Facebook Messenger iba a incorporar usuarios virtuales llamados ‘bots’. El bot es un programa informático que imita el comportamiento de un ser humano. Se diferencia de un robot ya que este último es una máquina programada.
Facebook viene desarrollando diferentes bots ya que intenta que usuarios y empresas, puedan hacer transacciones fácilmente. Si funcionan bien, en el largo plazo la gente va a poder leer mejor sus noticias, adquirir más productos y otras actividades complementarias. Este despliegue creará un nuevo servicio que estará sobre los otros servicios. Uno de los anuncios es la extensión de Messenger, un concepto que permite ampliar más funciones dentro del servicio. A nivel de entretenimiento, la música tendrá una extensión para Spotify, que permitirá acceder a una canción específica sin salir del Messenger.
Facebook da un paso gigante en el desarrollo de la Inteligencia Artificial. Está enseñando a los bots a predecir los vericuetos del comportamiento humano.
El intento es arriesgado, los programadores ahora buscan detectar mentiras y también desarrollan código con lógicas de contradicción mientras mienten, al igual que hacemos los seres de carne y hueso. Los mejores bots serán aquellos en donde que los usuarios no logren distinguir si están interactuando con un programa o con una persona. Tendrán además una ventaja sobre los humanos, su infinita capacidad de paciencia y no se verán afectados por el cansancio físico. Apenas para áreas como servicio al cliente 24 horas.
Como todo adelanto tecnológico desarrollado por el ser humano, también el mal uso puede ser perverso. Nuestra sociedad no ha podido ganar la batalla contra los piratas informáticos y ahora debemos ser muy cautelosos en la manera cómo se van a usar y poner en práctica estos bots en el futuro.
Los investigadores están enseñando a los programas a saltarse los valores y las reglas al darles la receta de la mentira. En un principio es válido, como herramienta de negociación simplemente, pero asusta creer que en pocos años estaremos interactuando con cosas que piensan como nosotros y en algunos casos nos puedan superar. ¿Cómo se va a regular esto? Demasiada Inteligencia Artificial nos podría doblegar.