En 2020 cuando todo el planeta vivía las cuarentenas obligatorias por la pandemia, tuve la oportunidad de grabar una extensa entrevista virtual con el periodista ecuatoriano Fernando Villavicencio. El centro de la nota eran las investigaciones que hizo Villavicencio en Ecuador, que condujeron a la posterior condena judicial del expresidente Rafael Correa.

En la grabación Villavicencio hace un recuento de todos los elementos de corrupción que denunció en su momento hasta lograr configurar una bomba noticiosa que además destapó otros frentes de corrupción especialmente en el ámbito empresarial del vecino país.

Faltando menos de 10 días para las elecciones Ecuador pierde a uno de los candidatos fuertes por una infortunada acción de un sicario, un acto brutal y predeterminado que conmocionó a todos. Los demás candidatos han dado contundentes declaraciones y el presidente Lasso decretó 60 días de “Estado de Excepción”. Se mantienen las elecciones para el próximo 20 de agosto, lo que a mi juicio es una decisión tomada por la restricción jurídica existente y para evitar un mayor brote de violencia.

Después de años de ejercicio de periodismo investigativo, Villavicencio decidió ingresar a la política. En 2021 lo eligieron para ser miembro de la Asamblea Nacional donde participó de la Comisión de Fiscalización que abrió investigaciones por corrupción contra Rafael Correa y otro expresidente: Lenin Moreno. Las investigaciones también abarcaron a otros funcionarios de los gobiernos Correa y Moreno.

Para estas elecciones, con una alta popularidad por sus explosivas investigaciones, Villavicencio tenía buenos números en las encuestas. Su propuesta con el movimiento “Construye” consistía en combatir la ola de violencia con un proyecto que él mismo llamaba “multidimensional”. Esto incluía reducir los índices de violencia, combatir los delitos y otra serie de acciones en un país en donde también ha aumentado el número de bandas criminales y la población se siente azotada.

La banda denominada “Los Lobos” se adjudicó el crimen unas horas después. Estamos hablando de una organización altamente peligrosa responsable del aumento de homicidios en Ecuador en los últimos años. Sus acciones incluyen masacres en las cárceles, actividades de sicariato, instalación de en carros, asesinato de policías y, con un estilo de los carteles mexicanos, cuerpos sin vida colgados de árboles y puentes.

Al igual que en nuestro país, se financian con el narcotráfico y la minería ilegal. El líder de esta banda, Wilmer Chavarría se apoda “El Pipo”, quien podría estar muerto pero las autoridades de ese país no lo confirman. Trabajan con bandas de otros países, e inclusive la Policía Nacional de Colombia ha capturado algunos de sus miembros actuando ilegalmente en nuestro territorio.

Las horas oscuras que vive Ecuador nos recuerdan nuestros momentos amargos de 1989 cuando fueron asesinados tres candidatos presidenciales: Luis Carlos Galán, Bernardo Jaramillo y Carlos Pizarro. La violencia de esa época, liderada por el cartel de Medellín primordialmente, ocurrió también varios años después en México y ahora se vive cerca de nosotros otra vez. La historia de narco-terror está ligada con nuestro país en un episodio que hasta ahora comienza en ambos países.