Analistas

La SIC tiene la palabra

Jorge Hernán Peláez

La Superintendencia de Industria y Comercio tiene en sus manos una importante decisión que será trascendental para el futuro del mercado de las telecomunicaciones colombiano. Las telco viven una coyuntura problemática de mercado comparadas con compañías similares a nivel mundial. En todas partes hay operadores que presentan los mismos patrones: reducción de ingresos por usuario y dificultades en el flujo de caja para realizar las cuantiosas inversiones que supone estar vigentes en este cambiante y competido mercado.

En nuestro mercado local dos de las tres compañías más grandes, Tigo y Movistar, están en proceso de fusión para generar un operador comparable con el más grande del mercado que es Claro. El valor de la transacción que pagará Millicom (accionista de Tigo) a Telefónica y al gobierno Colombia (accionista minoritario en Movistar) ya está acordado hace varios meses. Estamos en la etapa de aprobaciones y debido proceso por parte de los respectivos reguladores del mercado. La Comisión de Regulación de Comunicaciones emitió hace unos días un segundo concepto haciendo algunos comentarios específicos provenientes de los operadores del mercado. Aunque el pronunciamiento de la CRC es importante, esta decisión de aprobación depende únicamente de la SIC.

Recordemos que desde octubre de 2023, la entidad ya había dado una autorización a Tigo y Movistar para compartir su infraestructura de red, así como los derechos de uso del espectro radioeléctrico. Gracias a esta aprobación inicial ambas compañías fueron autorizadas por el MinTIC dos meses después para presentarse juntas y pujar por las bandas del espectro 5G, que fueron subastadas en los últimos días de diciembre del 2023. En esta nueva decisión se espera que próximamente la SIC defina las condiciones que la fusión dejaría en el nuevo mercado, ya visto desde el punto de vista de los consumidores, no de las redes.

Algunos operadores de servicios de telecomunicaciones del mercado se han quejado, como por ejemplo, el pronunciamiento de la ETB que busca impedir temas de empaquetamiento que la operadora bogotana no puede hacer por sí sola. Las compañías han explicado que la fusión permitirá darle sostenibilidad financiera al mercado en el largo plazo. En otros mercados de latinoamérica como Uruguay y Ecuador, Tigo ha venido desplegando la misma estrategia que sigue pendiente de aprobación en Colombia. También es importante insistir, como se ha dicho en este espacio en anteriores ocasiones, que las plataformas OTT acepten unos acuerdos de fair share para equilibrar un poco la cancha de los ingresos.

Creo que si la decisión de la SIC sobre la fusión se queda estrictamente en el ámbito de mejorar las condiciones de mercado para los usuarios finales, entonces pronto habrá una aprobación sin mayores inconvenientes. En otras industrias diferentes a las telecomunicaciones, anteriormente la autoridad ha permitido sin mayores problemas este tipo de operaciones, siempre y cuando las compañías cumplan con el debido proceso y adjunten todos los soportes requeridos. Una vez aprobada la fusión seguramente en pocos meses estaremos viendo un nuevo mercado, con ofertas diferentes a las actuales y lo más importante compañías con capacidad de inversión en red e infraestructura.

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