La elección de Contralor General sigue en un enredo importante. Recordemos que desde la salida del anterior funcionario Felipe Córdoba, los trámites han sido turbios. Es por esto que se cayó en el Consejo de Estado el nombramiento, pues de declaró nula la elección de Carlos Hernán Rodríguez. El principal responsable hay que insistir con eso, fue el entonces presidente del Senado Roy Barreras quien modifico las reglas de juego, inventando un trámite que no existía, lo que terminó cambiando la lista de elegibles. Si Barreras no hubiera hecho esa jugadita truculenta y tramposa, hoy el Contralor de los colombianos sería perfectamente Luis Alberto Rodríguez, anterior director del DNP.
Ese aspirante obtuvo el mejor puntaje. Como venía del gobierno anterior, este gobierno hizo todo lo posible, a través de las maniobras aceitosas de Barreras para amañar el trámite, ensuciar toda la elección, y eventualmente poder elegir a alguien que el Pacto Histórico creía era afín a su ideología.
En el fallo del máximo órgano de lo contencioso y administrativo, se obliga al Congreso a iniciar de inmediato un nuevo proceso de elección. Este proceso es de meses. Hay un examen de aptitud, que debe realizar una universidad para calificar a los candidatos. Sobre esa lista de candidatos, luego el Congreso debe elegir votando con mayorías. Córdoba, en su enfrentamiento electoral con José Félix Lafaurie obtuvo más de 90% de los votos. El triste vocero de Fedegan solo consiguió que tres congresistas votaran por él.
La Cámara de Representantes definió el pasado miércoles un elemento fundamental en el proceso. El cronograma que había establecido para la elección iniciaría el jueves, con la apertura de la convocatoria a los interesados. Uno de los congresistas del Centro Democrático insertó una proposición para señalar que el actual cronograma fue elaborado sin que se haya firmado un convenio técnico con la Universidad Nacional y que todo el proceso debía rehacerse comenzando por el convenio con la entidad educativa. Esto, por supuesto, es absolutamente subsanable. La firma del convenio, no debería ser difícil ante la llegada del inicio de los exámenes y las pruebas específicas.
Paralelo el contralor que nunca fue, Carlos Hernán Rodríguez, interpuso una tutela intentando desvirtuar el fallo del Consejo de Estado. Si la Corte Constitucional aprueba la tutela, no solo podría volver al cargo, sino que generaría un choque de trenes monumental. Algunos congresistas están diciendo en los pasillos del recinto que hay partidos políticos que están interesados en dilatar todo para esperar mientras tanto el sentido del fallo de tutela.
El resultado de todo este trancón es que la elección del Contralor se va a demorar, así Rodríguez pierda la tutela. Ya el proceso viene totalmente ralentizado. Suponiendo que firmen el convenio con la Nacional a las carreras, y que los aspirantes hagan los exámenes a toda velocidad, los más optimistas hablan de que las votaciones, que se deben llevar a cabo después de entrevistas con los elegibles, podrían estarse dando en el segundo semestre de 2024. Mientras tanto el único que sigue aferrado al cargo es el contralor encargado Carlos Mario Zuluaga, a quien no se le ve ningún afán en que se aceleren las cosas.