Durante las últimas semanas se ha venido especulando sobre las elecciones 2022 que están por desarrollarse. Al respecto, periodistas, líderes de opinión y hasta expresidentes se han manifestado en contra del proceso que adelanta la Registraduría General de la Nación. En programas de radio, columnas de opinión y en sus cuentas de redes sociales otros colegas han extrapolado casos de latitudes distantes. Se ha señalado al registrador, Alexander Vega, cuestionando la adjudicación del contrato de conteo a la firma española Indra, principal afectada del matoneo mediático. Algunos, inclusive, han anticipado con alarmismo situaciones negativas. Claramente esto ha generado un ambiente de incertidumbre que siembra inquietud e inestabilidad al proceso.
El tema llama la atención de manera especial cuando Colombia ha sido históricamente visitada por más de 10 países vecinos para aprender y entender el proceso electoral, que sorprende por la dificultad de alterar de fondo los resultados.
Así mismo, para este año Colombia ya aceptó la avanzada de la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea, Estados Unidos dará apoyo al acompañamiento para evitar intervención externa. La Registraduría lanzó un plan de auditoría para el software de escrutinio de las organizaciones políticas y misiones de observación electoral, los partidos acompañan el proceso y, al final, se están generando garantías de diversa índole para apoyar las elecciones de este 2022.
La misma Indra ha sido un validador de peso que durante los últimos 20 años ha acompañado procesos electorales importantes alrededor del mundo, y ha sido relevante para soportar la democracia en comicios bien calificados por sus países y por las autoridades y misiones electorales externas.
Para la contienda electoral que se aproxima, esta compañía dispone de un software que garantizará confidencialidad en la información recogida en las elecciones. No puede ser modificada en ninguna parte del proceso. Solo es posible acceder a los datos con autorización del organismo electoral. La logística de una jornada electoral se aborda con una seriedad que no se debería cuestionar a la ligera. Es compleja, robusta, meticulosa y avanza con prácticas y protocolos que, dependiendo del tipo de elección, pueden iniciar con más de un año de antelación. La empresa lleva 20 años como proveedor del servicio para diferentes registradores. El primero en contratarlos fue Iván Duque Escobar, luego Almabeatriz Rengifo, para después llegar a una nueva contratación con Carlos Ariel Sánchez.
Considero que no es momento de jugar a la desinformación. Por el contrario, es tiempo de rodear el proceso electoral, e invitar a que los ciudadanos participen, vigilen y decidan. El peor fraude electoral es el que plantea sembrar miedo entre electores potenciales para que dejen que otros decidan por nosotros. No nos alejemos de las urnas. Pidamos garantías, pero acompañemos las elecciones votando por los candidatos de preferencia. Este, sin duda, es el único camino para lograrlo. De tal manera, el software garantizará que la información recogida en las elecciones no sea modificada en ninguna parte del proceso y que sea confidencial. Solo será posible acceder a los datos con autorización del órgano electoral.