Analistas

Nuevo rumbo chileno

Jorge Hernán Peláez

La victoria de José Antonio Kast, el domingo pasado en la segunda vuelta presidencial de Chile, se convirtió en un giro histórico para ese país. A lo largo de la semana se han venido conociendo algunas de las normas que piensa implementar, leyes que piensa derogar o impulsar y decisiones estratégicas para dar un giro drástico a la política. Las principales variables que lo llevaron a la victoria surgieron del miedo generalizado y la desesperada situación de creciente inseguridad.

Kast entendió que el ciudadano promedio aborrece la criminalidad, se asusta con el tema de la inflación y teme por un escenario de inestabilidad económica. Con su propuesta de ajuste logró atraer votos de otros sectores como el centro. La delincuencia mezclada con una migración descontrolada ha traído repercusiones que se mezclan con los efectos que esto puede tener en un eventual estancamiento económico. La gente de Chile quiso un cambio de perfil, de estilo, y por supuesto de la forma de gobernar. Kast logró capitalizar muy bien el discurso alrededor de volverse una solución a todos esos fantasmas. El cuadro era bien delicado para la candidata Jara que representaba la continuidad de las políticas del presidente saliente Boric.

Sin duda un factor decisivo resultó ser el voto obligatorio, que junto a la expansión del censo electoral amplificaron el apoyo a Kast en todas las regiones del país. Con estas condiciones, Kast se logró convertir en el candidato más votado de toda la historia chilena. Su primera visita oficial internacional, apenas horas después de conocer la victoria fue en Argentina en donde publicó videos de la reunión con Javier Milei. Una imagen con la famosa motosierra es un mensaje directo a la forma como quiere posicionar su estilo de política rápidamente. Luego de dos horas de reunión expidieron un comunicado en donde los mandatarios explican que trazaron una “hoja de ruta” para el trabajo conjunto a partir de marzo del año entrante, cuando Kast se posesione formalmente.

Ambos gobiernos están ligados por José Luis Daza, un economista chileno hoy secretario de Política Económica del Ministerio de Economía de Argentina. Es muy posible que se convierta en uno de los integrantes del futuro equipo económico de Kast. Esto supone un ajuste fuerte con medidas que probablemente no van a gustar en los sectores populares.

El éxito de Kast fortalece la ola hacia la derecha de América Latina, sumándose a Milei de Argentina y Daniel Noboa en Ecuador. No es gratuito que este péndulo vaya de la mano de alianzas con la figura de Donald Trump en Estados Unidos, quien abiertamente ha expresado su interés en promocionar la derecha en todos los países de la región. Simultáneamente la posición de la izquierda se ve debilitada en países como Brasil y Colombia. Con las banderas de seguridad y libertad económica varias naciones buscan desvanecer los vientos de comunismo que increíblemente algunos todavía promueven. En 2026 sin duda las elecciones colombianas van a estar impregnadas de esta dinámica internacional, especialmente si Trump logra resultados concretos en su intento de derrumbar la dictadura de Maduro en Venezuela. Veremos a algunos de nuestros candidatos recorrer el camino estratégico que llevó a Kast a la amplia victoria.

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