El Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones adjudicó a mediados de esta semana la sonada licitación que busca conectar a internet a miles de estudiantes de colegios públicos de áreas rurales del país.
El proceso se dividió en dos bloques, con diferentes departamentos, cada uno por valores aproximados de $1,06 y $1,07 billones para prestar el servicio por 10 años, entre 2021 y 2031. Comcel obtuvo el contrato que conectará 7.468 centros digitales en municipios y zonas de los siguientes departamentos: Antioquia, San Andrés, Atlántico, Caldas, Caquetá, Cesar, Córdoba, Guainía, Guaviare, Huila, La Guajira, Meta, Norte de Santander, Santander, Sucre, Tolima y Vaupés.
El segundo ganador fue el operador UT Centros Poblados, que conectará 7.277 centros en Amazonas, Arauca, Bogotá D.C., Bolívar, Boyacá, Casanare, Cauca, Chocó, Cundinamarca, Magdalena. Nariño, Putumayo, Quindío. Risaralda, Valle del Cauca y Vichada. Con los cálculos se podrán conectar en total 14.745 instituciones educativas, cuando el Ministerio inicialmente proyectaba unas 10.000. Además de lograr mayor cobertura en conectividad para educación, el servicio será gratuito para todos los estudiantes hasta la totalidad del año 2031, cuando inicialmente el tiempo estipulado era menor.
La licitación estuvo envuelta en un gran manto de duda por varios días, tanto así que la ministra Karen Abudinen ordenó suspender la audiencia de adjudicación por varias jornadas. La Red de Veedurías denunció en los medios y ante la entidad un conflicto de interés de un asesor de la ministra que estaba participando del proceso, representando a una de las compañías interesadas.
Cuando se ventiló la denuncia, MinTIC y el asesor dieron por terminado el contrato de mutuo acuerdo. Luego Karen Abudinen aceptó públicamente que este tipo de hechos defraudan la confianza, aunque señaló que el abogado en cuestión no accedió a información privilegiada dentro de la licitación. No solo hay que ser sino parecer.
Puede que dentro de las extrañas normas haya espacio para ser asesor de un Ministerio y participar de una licitación al tiempo, pero sinceramente nadie entiende esa leguleyada que intentó hacer Camilo Ernesto Valencia Suescún. Menos mal la Unión Temporal SES Inred, a quien representa, no salió ganadora.
De ganar un bloque de más de un billón de pesos, y con el conflicto de interés cantado previamente, estaríamos ante un lío mayúsculo que pudo haber tumbado toda la licitación. Con los cuestionamientos de otros procesos anteriores como el del dominio.co y la subasta de espectro, lo que queda en el aire es que se pueden afinar muchísimo los términos y documentación para blindarse mejor. Es normal que en toda licitación los perdedores intenten señalar errores de los ganadores, pero a veces quienes diseñan los procesos, o quienes revisan la documentación sinceramente no se ayudan.
Lo realmente importante es que miles de estudiantes de colegios públicos en zonas rurales apartadas van a conectarse a internet. A esos jóvenes les va a cambiar la vida. Se reduce la brecha educativa, social y económica en el largo plazo. Ojalá no haya líos en los procesos de despliegue de infraestructura; la fase inicial. Necesitamos conectar a esos jóvenes colombianos rápido.