Trancón legislativo
viernes, 20 de septiembre de 2024
Jorge Hernán Peláez
La actual legislatura ha presentado una dinámica mucho más lenta que las de los dos períodos anteriores. El presidente Petro había afirmado iniciando su gobierno en 2022 que lo que no se lograra aprobar al principio, después sería mucho más difícil cuando “el viento se nos pone en contra”. La agenda de los congresistas ha variado enormemente, ya que los dos años han traído unos cambios significativos y actualmente la coyuntura es de mucha tensión. Hay legisladores que abiertamente van a buscar en los próximos meses un cambio de partido político, otros están pensando que es su última vez en el Congreso. Todas esas circunstancias le quitan fluidez a las posibles reformas que pretende el gobierno nacional.
El caso más dramático ha sido el del presupuesto general de la nación y su ley adyacente de financiamiento de $12 billones. Intentar por estos días ese tipo de reformas tributarias por la puerta de atrás no ha caído bien en el grupo de congresistas que en otras ocasiones hubieran apoyado las iniciativas de presupuesto sin ningún problema. Los numerosos impedimentos para poder iniciar el siguiente debate en la reforma laboral son otro preocupante indicador.
La reforma a la salud que vuelve con muy pocos cambios es una de las batallas que demostrará si el gobierno tiene o no el oxígeno político suficiente. No basta creer que por que hay un acuerdo tácito con las diferentes EPS, y ante las intervenciones de algunas, las cosas van a ser fáciles en esta ocasión. A mi juicio es un proyecto que nace muerto nuevamente, debido a las “confesiones” recientes del ministro de Salud Jaramillo, quien de manera abrupta explicó que muy poco se podía hacer ante el manejo de políticos regionales, como alcaldes, en las instituciones de salud de los territorios. Las declaraciones de Jaramillo han sido brutalmente cuestionadas en medios de comunicación y redes sociales. Definitivamente lo suyo no es la conexión humana con la gente. Su lenguaje no verbal es chocante y divide. El experimento con los maestros y el Fomag ha sido desastroso. El manejo reciente a los problemas que presenta la Nueva EPS no ha sido el mejor. El director de la entidad, Aldo Cadena, fue destituido tras estar apenas 56 días en el cargo. Las cosas no salieron bien cuando explicó en declaraciones a medios que la entidad había generado unas pérdidas multimillonarias en 2023 que estuvieron a punto de comerse todo el patrimonio. Cadena fue enfático en decir que lo que paga el gobierno por unidad de capitación es “insuficiente”, dándole la razón a Acemi y a otros actores del ecosistema de salud.
Ante este panorama se ve muy lento el avance de los proyectos de ley que pretende el gobierno. No es que vayan mucho más rápido los de iniciativa ciudadana. Los partidos políticos están definitivamente en otra cosa en este momento. La elección de Procurador que se va a dar este año es otra de las grandes batallas por desenredar. El trancón legislativo no es tan diferente a los de otras épocas. Tal vez lo que sí ha cambiado es que hay muchos congresistas que no son expertos en el manejo operativo y su experiencia viene de ser influenciadores en las redes sociales. El ambiente se pone cada vez más tenso y no se ve por dónde vaya a mejorar en el corto plazo.