Quiero exponer algunas ideas a empresarios y directivos para llevar a la práctica algunos pensamientos clave del Capitalismo consciente.
El Capitalismo consciente es un movimiento mundial de personas y organizaciones que promueve valores relacionados con un mayor nivel de consciencia frente a las responsabilidades con la salud, la felicidad y el bienestar personal, la sociedad y el medio ambiente. La razón de ser de este movimiento son clientes tan satisfechos que parecen fans y empleados motivados, con propósito y conscientes de su rol en la sociedad.
El porqué del Capitalismo consciente es concebir los negocios desde valores como el amor, la generosidad y la amistad social, en oposición al egoísmo, la codicia y la satisfacción exclusiva del propio interés. Su finalidad última es una sociedad mejor mediante el poder transformador de los negocios.
El núcleo del Capitalismo consciente es la empresa. Se espera de toda empresa comportamientos ejemplares y responsables, basados en el cuidado, el respeto y el compromiso con las personas (clientes, empleados, accionistas) en el marco de valores como la verdad, la justicia y el respeto.
El primer paso que debe dar una empresa para convertirse en una empresa consciente es definir, adoptar y poner en práctica un propósito organizacional.
El propósito organizacional responde a las preguntas más importantes que una persona o una organización puede hacerse: ¿por qué existimos?, ¿quiénes somos?, ¿qué pretendemos con nuestras acciones? Se trata de unas cuestiones existenciales y profundas que marcan el derrotero de los objetivos, decisiones y acciones.
Podemos resumir el credo del Capitalismo consciente en los principios de la sostenibilidad que promueven un equilibrio entre los objetivos sociales, económicos y ambientales de una empresa en el marco de un gobierno corporativo responsable. Una empresa consciente es una que concibe su misión como un instrumento de servicio (empezando por los clientes) y como una fuerza para el bien de la sociedad.
El punto de origen del Capitalismo consciente son los accionistas y propietarios, pues en ellos recae el poder decisorio último de toda empresa y los CEO reciben un poder delegado y conferido para dirigir la empresa como un todo.
¿Cuánto es suficiente? Es la pregunta más importante de una persona y una organización cuando alcanza altos niveles de riqueza. Asimismo, nos ayuda a identificar que la clave es pensar en utilidades justas y sostenibles en el tiempo y, luego, en fomentar bienes colectivos a través de fundaciones y movimientos sociales. Necesitamos directivos sin fanfarrias ni consumo para alardear. El hedonismo y el despilfarro generan señales sociales de desinterés por los menos favorecidos. Por esto, es necesario reconocer, recordar y ser conscientes de que el perfil bajo basado en la integridad personal ayuda a construir una mejor sociedad que la ampulosidad y el derroche.
Pasos concretos
1. Establezca un propósito organizacional y unos valores deseados;
2. Haga parte y promueva el activismo social mediante fundaciones e iniciativas comunitarias;
3. Promueva el consumo responsable y convierta el reciclaje y la reutilización de los recursos en un asunto clave de todos en la organización.
4. Mida la huella de carbono y propóngase metas para su disminución.
5. La sencillez y la sobriedad son caminos que facilitan el Capitalismo Consciente; el ego y las personalidades fantoches dificultan el proceso.
Debemos recordar que la consecuencia lógica del trabajo bien hecho es la riqueza empresarial: el para qué, así podemos contribuir para una mejor sociedad por medio de los negocios. El buen samaritano hizo lo que hizo gracias a su riqueza. Generemos riqueza para construir bienes colectivos duraderos como la educación, la cultura y el bienestar de todos.