Estos días se ha agudizado la discusión sobre la focalización de los subsidios. En la exposición de motivos de la fracasada reforma tributaria, se insiste en la necesidad de que los recursos efectivamente lleguen a los más pobres con el fin de mejorar la equidad. La puesta en operación del Sisbén IV también ha sido la oportunidad para reflexionar sobre el método más adecuado de focalización. Y, entonces, es inevitable que vuelvan las preguntas sobre la estratificación. De manera equivocada se ha afirmado que el Sisbén puede reemplazar el estrato.
La Mesa de Expertos de Estratificación Socioeconómica convocada por el Dane, entregó su informe hace un mes. Allí se hace un estado del arte sobre los estudios que se han realizado en el país, y se proponen caminos alternativos. Uno de ellos está basado en el Valor Unitario Integral (VUI), que es la relación entre el avalúo catastral del predio y su área. Estudios del Dane y de la Secretaría de Planeación de Bogotá, junto con la Universidad del Rosario, han mostrado las bondades que tendría una nueva estratificación basada en el VUI.
El VUI está centrado en el valor catastral del inmueble. La nueva estratificación no sería por manzana, como la actual, sino por predio. En las ciudades con catastros actualizados, el VUI informa de manera adecuada sobre las condiciones de la vivienda, y al incorporarse en la nueva estratificación es una proxy bastante buena de las características socioeconómicas del hogar.
En las discusiones sobre la focalización se olvida que el estrato tiene que ver con las condiciones de la vivienda. No se le puede pedir que informe de manera precisa sobre los ingresos del hogar. La nueva estratificación, basada en el VUI, continúa centrada en la vivienda, pero es una aproximación adecuada a las características socioeconómicas del hogar. Los errores de inclusión y exclusión disminuyen significativamente, y el estrato logra consonancia con el nivel socioeconómico de los hogares.
Existe consenso sobre la necesidad de mejorar la focalización. Hay asimetrías claras entre el estrato actual y las condiciones de vida de las hogares. La convergencia entre ambas aproximaciones es un propósito que se hizo evidente con la pandemia, y que ya se había manifestado de diversas maneras. Hay acuerdo en que el estrato debe reflejar, en algún sentido, las condiciones de vida del hogar.
La Mesa de Expertos propone avanzar de manera progresiva hacia una nueva estratificación. El proceso tiene que reconocer la heterogeneidad que existe entre las ciudades. Las que ya tienen catastro actualizado pueden ir más rápido. No se puede cambiar la situación actual de un momento a otro. Sin duda, el ideal sería que en lugar del estrato la focalización se realizara teniendo como referencia las características socieconómicas de los hogares. La desaparición de los estratos continúa siendo el horizonte de largo plazo. Y en condiciones óptimas se debería propender por una declaración de renta universal, de tal manera que el Estado sepa a quién se le deben otorgar subsidios y quién debe pagar impuestos. Pero, por ahora, en la Colombia de hoy, antes de llegar al mundo soñado, la nueva estratificación basada en el VUI es una opción razonable, y factible.