Analistas 12/06/2025

Financiar el agro es sembrar futuro: conectar al campo con el crédito

Jorge Pacheco
Presidente del Grupo Empresarial Nitrofert

Colombia cuenta con, al menos, 24 millones de hectáreas listas para la producción de alimentos. Están cerca de corredores logísticos, con acceso a centros de consumo y con vocación agrícola clara. Desarrollarlas no es un ideal: es una oportunidad real. Pero para lograrlo, el agro necesita algo tan esencial como el agua. Necesita de acceso justo y efectivo al crédito.

La agricultura funciona con ciclos distintos a los de otros sectores, y aún persisten barreras que limitan el acceso financiero. Desde nuestra experiencia en Nitrofert, proponemos tres acciones clave para transformar esa relación y construir un ecosistema sólido entre productores, banca y Estado.

Hoy más que nunca debemos entender, el agro colombiano como una industria moderna, con tecnología, asociatividad y conocimiento técnico. Pero también, requiere de un entorno financiero que acompañe esa transformación. La financiación no debe verse como un favor, sino como una inversión en un sector que puede generar riqueza, empleo y sostenibilidad para millones de familias en el país.

1. Articulación con la banca privada

Los Títulos de Desarrollo Agropecuario (TDA) han sido una herramienta para que la banca invierta en el agro, pero su impacto es limitado si no se traduce en créditos directos. Proponemos incentivar que los bancos sustituyan la compra de TDA por colocaciones reales de crédito, apoyadas por mecanismos de redescuento. Esto debe ir acompañado del uso eficiente de recursos públicos para cubrir costos operativos en zonas rurales, facilitando el acceso a los productores y reduciendo el riesgo para las entidades financieras.

2. Fortalecimiento del Fondo Agropecuario de Garantía

El acceso al crédito está condicionado muchas veces por la falta de garantías formales. Por eso, el FAG es una herramienta clave, pero necesita mayor sostenibilidad. Impulsar un esquema de fondeo permanente, independiente del ciclo político, permitiría que más productores accedan a crédito sin que la banca asuma todo el riesgo. Así se crea un entorno financiero más justo, viable y con mayor cobertura rural.

3. Impulso a modelos privados de extensión agropecuaria

El Estado no puede, ni debe, hacerlo todo. Empresas privadas con presencia territorial, conocimiento técnico y vocación de servicio pueden asumir parte de la labor de formación, asistencia técnica y asociatividad. Esto no solo alivia la carga del Estado, sino que conecta a los productores con la banca y eleva su capacidad de gestión. En Nitrofert lo hacemos a través de tecnologías como IngeDATI, una inteligencia artificial que brinda recomendaciones nutricionales personalizadas a los agricultores desde cualquier vereda del país.

Financiar el agro no es una tarea de un solo actor. Es un desafío que requiere articulación, visión de largo plazo y confianza en las capacidades del campo colombiano. El productor de hoy está más preparado, más conectado y más consciente de los retos ambientales, sociales y económicos de su actividad. Solo necesita que le tiendan la mano para transformar su esfuerzo en resultados sostenibles.

Apostar por el agro no es solo un tema económico: es una decisión estratégica para el futuro del país. Porque cuando se le da crédito al campo, se le da crédito al desarrollo, a la equidad y a la esperanza.

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