Los evidentes resultados que ha ido sumando la industria de hidrocarburos en esta nueva etapa de reactivación, luego de años de suspensión de contratos y de rezagos en la exploración, aumentan las expectativas sobre el futuro de este sector en el país. Con un nuevo escenario, de gran optimismo, se esperan también mayores avances en el proceso de transición energética por el que transita Colombia, que sin duda necesita del respaldo de los combustibles fósiles.
Los años de retrasos que tenemos en la implementación de nuevos proyectos de exploración y producción, la dilación en la puesta en marcha del fracking para la extracción de gas y petróleo del subsuelo, el aplazamiento y la cancelación de proyectos que ya deberían estar en funcionamiento aportando producciones, le han pasado una alta factura al desarrollo y la competitividad de la economía colombiana, que hoy reclama un crecimiento sostenible de la industria petrolera y gasífera.
Pasar de lo intangible, que encontramos en las estadísticas y las colosales cifras de reservas potenciales de hidrocarburos, a lo tangible con una alta producción que en el mediano plazo contribuya a garantizar la autosuficiencia y a mejorar la seguridad energética del país, es el gran reto que tienen la industria y el próximo Gobierno. Un terreno que en estos últimos años se ha empezado a allanar, proyectado en un exitoso despegue del sector.
El restablecimiento de un mecanismo de asignación de áreas, propuesto por el actual Gobierno, como estrategia para impulsar un aumento significativo en el nivel de las reservas y promover la inversión extrajera, ha ido avanzando con éxito en todas sus etapas. Esta semana, con la firma de 30 contratos de hidrocarburos, que representan inversiones por más de US$148 millones, se concluyó el cuarto ciclo de promoción denominado ‘Ronda Colombia 2021’, dentro del Proceso Permanente de Asignación de Áreas (Ppaa) para exploración y producción. Una buena señal para la industria y los inversionistas extranjeros.
Reconocemos el trabajo y la buena voluntad que ha demostrado el gobierno del presidente Iván Duque por mejorar la perspectiva de las reservas de petróleo y gas, que en los últimos años han registrado importantes descensos. Sin embargo, es fundamental recordar que estos esfuerzos se frenarían de tajo, si no encuentran continuidad en los gobiernos venideros. Nos gustaría escuchar, por parte de los precandidatos presidenciales, un debate alejado del populismo, que se centre en propuestas e ideas aterrizadas acerca del futuro de este sector, clave para la economía nacional.
Consolidar en Colombia una industria competitiva y eficiente, que asegure las condiciones para el desarrollo de las operaciones, es uno de los principales desafíos que tenemos. Para ello, resulta indispensable que el Gobierno Nacional mantenga su compromiso de seguir avanzando con paso firme en la reactivación de la industria, de tal forma que se garantice en el país la autosuficiencia energética, se logre la recuperación de la producción y se promueva la exportación de hidrocarburos.