Meter en cintura a los hidráulicos
El requerimiento que realizó esta semana la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios (Superservicios) a cinco empresas generadoras de energía, para que expliquen los desmesurados incrementos en el valor del kilovatio ofertado en la bolsa del mercado mayorista de energía en el país, atiende a las inquietudes que hemos venido planteando sobre la escalada de los últimos días y la manipulación constante a la que estamos siendo sometidos los colombianos por parte de los hidráulicos.
El pasado 7 de agosto el precio de la energía en bolsa fue de $100,53/kWh, mientras que el 19 de octubre el precio alcanzó los $499,67/kWh, de acuerdo con los datos emitidos por el operador del Sistema Interconectado Nacional y administrador del Mercado de energía mayorista de Colombia (XM). En resumen, en menos de tres meses hubo un incremento mayor a 300%. Así las cosas, mientras que el Gobierno Nacional celebraba el llamado “Pacto por la Justicia Tarifaria”, que apenas logró la rebaja de entre 4% y 8% de las tarifas, por el otro lado, las generadoras subían el precio.
En otras oportunidades, han atribuido estas desproporcionadas alzas a la disminución de los niveles de los embalses, que se presenta en épocas de sequía. Sin embargo, en estos momentos nos encontramos en medio de una de las temporadas más lluviosas de los últimos años, con los embalses en 15% por encima de lo normal, ubicados en 84% del volumen útil, algunos de ellos con un alto riesgo de desbordarse, debido a las intensas lluvias producidas por el Fenómeno de La Niña. De tal manera, que estos incrementos se convierten en algo absolutamente inexplicable y, económicamente, indefendible.
Una vez más se comprueba que las desmedidas tarifas de energía son producto, en gran parte, de la manipulación y especulación de los generadores hidráulicos que venden en bolsa, aumentando el precio inorgánicamente y a su conveniencia. A este crítico panorama se suma la preocupación por otro posible incumplimiento de Hidroituango, el proyecto que tiene la tarea de aportar 17% de la demanda de energía del país. Debido a que muchos distribuidores no cuentan con la suficiente cobertura a través de contratos de largo plazo, entre ellos las empresas Afinia y Air-e, los hidráulicos, como han hecho anteriormente, aprovecharán la necesidad para establecer precios abusivos, que se reflejarán en los recibos de las familias colombianas.
El llamado al Gobierno Nacional, las autoridades del sector y a los entes de control es a que pongan en cintura a los generadores hidráulicos de energía, de tal forma que los precios correspondan a los costos reales de la prestación del servicio. Es urgente intervenir para mejorar las reglas y mantener el equilibrio. Hay que reajustar el modelo tarifario colombiano, así como cambiar los contratos indexados que solo benefician a las hidroeléctricas y que afectan a los usuarios industriales, comerciales y residenciales.