Las nuevas tendencias de consumo de nicotina y otras sustancias, potenciadas con el uso de cigarrillos electrónicos y vapeadores en el mercado mundial, exigen la pronta actualización y adecuación de nuestro sistema jurídico a estos dispositivos, de tal forma que se puedan brindar garantías de protección al derecho a la salud de los consumidores activos y pasivos, en especial de los menores de edad. Una normativa que urge en Colombia.
Desde el 2019, iniciamos en el Congreso de la República esta lucha para regular el uso y la comercialización de los Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (Sean), Sistemas Similares Sin Nicotina (Sssn) y los Productos de Tabaco Calentado (PTC). Pero es desde hace más de una década, que venimos trabajando por la protección de la salud de los colombianos y el medio ambiente, a través de la creación de leyes como la Ley Antitabaco (1335 de 2009), que estableció los espacios libres de humo de cigarrillo en Colombia.
El aumento exponencial que se ha registrado en el uso de cigarrillos electrónicos y vapeadores en los últimos años, ha encendido las alarmas en todo el mundo, sobre todo porque se ha convertido en una preocupante tendencia entre los adolescentes, quienes debido a la falta de regulación, tienen un fácil acceso a estos dispositivos en las plataformas de comercio electrónico. De ahí, las decisiones que han tomado las autoridades sanitarias en países como Estados Unidos y México de prohibir la venta de algunos cigarrillos-e.
Con el proyecto de ley 01 de 2022 Senado, que radicamos el pasado 20 de julio, junto a la Senadora Norma Hurtado, vamos a seguir insistiendo en la actualización y modificación de la Ley 1335 de 2009, con el fin de adecuar el uso de determinados dispositivos a las nuevas realidades que han surgido desde su expedición. De esta manera, los sistemas de fumado y vapeo estarán sujetos a las medidas normativas y reglamentarias aplicadas a todos los demás productos de tabaco y además se establecerán normas claras para prevenir los daños a la salud de los menores de edad, y la población no fumadora. En Colombia, así como en el resto del mundo, los consumidores de estos productos han aumentado exponencialmente en los últimos años. De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Sustancias Psicoactivas del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), 1,1 millones de personas en Colombia, dicen haber consumido alguna vez en la vida, cigarrillos electrónicos o vapeadores, lo que lo convierte en la tercera sustancia legal más usada en el país, antecedida por el alcohol y el tabaco tradicional. Debido al vacío jurídico que existe en la comercialización y uso de estos dispositivos, cada día son más los menores de edad que se suman a esta “moda”.
Es de resaltar que el proyecto de ley no busca prohibir el consumo de los Sean, Sssn y PTC; lo que busca es regularlos con el fin de brindar a los consumidores mayor seguridad. Uno de los principales propósitos de esta iniciativa es proteger a los niños, niñas y adolescentes, estableciendo la prohibición de venta directa o indirecta de productos de tabaco y sus derivados en cualquiera de sus presentaciones a menores de edad, así como garantizar información efectiva a los usuarios.
En las próximas semana iniciaremos los debates del proyecto de ley en las Comisiones Constitucionales del Congreso. Estaremos atentos de recibir aportes y contribuciones de los sectores y la ciudadanía en general, para que entre todos podamos entregarle al país una ley que proteja a esta nueva generación del tabaquismo.