Una gran irresponsabilidad ambiental
La grave contaminación por eventos de derrames de hidrocarburos, que de manera reiterativa, está causando la Refinería de Barrancabermeja en el río Magdalena y el caño El Rosario, además de representar un alto costo ambiental, evidencia la irresponsabilidad y falta de control con la que Ecopetrol asume estas contingencias, caracterizadas por los malos manejos ambientales.
La auditoría de la Contraloría General de la República sobre las contingencias registradas en la Refinería de Barrancabermeja, confirma el desinterés de Ecopetrol frente a la atención de eventos de derrames de hidrocarburos en fuentes hídricas cercanas al proyecto. Con un plan de contingencia que no se actualiza desde 2015, pese a los requerimientos normativos vigentes, la refinería expone nuestros ecosistemas a una devastadora tragedia ambiental.
Al existir una carencia de medidas preventivas efectivas y una falta de aprendizaje sobre las experiencias de los eventos que año tras año se dan, como sugiere la Contraloría en su informe, queda confirmada la negligencia de Ecopetrol ante la contaminación del río Magdalena y el caño El Rosario, con vertimientos recurrentes que gota a gota están degradando el medio ambiente.
De acuerdo con la Contraloría, los 27 derrames de crudo de la refinería, registrados este año en circunstancias parecidas, han causado que las fuentes hídricas hoy contengan más de dos millones de metros cúbicos de lodos contaminados. Sin embargo, el desastre ambiental podría ser mucho mayor, según afirman los ambientalistas de la zona quienes dicen que en lo que va del año, se han presentado más de 300 derrames de hidrocarburos.
Estos derrames de hidrocarburos sin control mantienen en constante amenaza la biodiversidad del río Magdalena y el caño El Rosario, fuentes hídricas que han resentido durante décadas la amplia liberación de contaminantes que genera la refinería, afectado de manera irreversible la flora, la fauna y la salud de los seres humanos.
Otro grave hecho que revela el informe es la deficiente gestión de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) y su falta de control en el ejercicio de su función como autoridad ambiental, reafirmando la urgente necesidad, que existe de reestructurar esta entidad, para corregir la inoperancia de sus funcionarios, así como la falta de transparencia en el licenciamiento ambiental y el incompetente trabajo que está realizando frente al cumplimiento de la normativa ambiental.
Colocarle un freno a la irresponsabilidad ambiental de Ecopetrol con los derrames de crudo y vertimientos de residuos que se están presentando de manera reiterativa en los distintos proyectos de hidrocarburos es una acción que no da espera. Solicitamos a la Fiscalía, la Contraloría y la Procuraduría establecer quiénes son los responsables de los derrames, cuáles han sido las omisiones de Ecopetrol en estos eventos y que se establezca cuál es el verdadero impacto que está causando en el medio ambiente, el mal manejo ambiental de la Refinería de Barrancabermeja. Hay que tomar acciones inmediatas y evitar un futuro desastre ecológico que deje daños irreversibles.