Astrología económica
En la rueda de prensa después de la última junta del Banco de la República de hace un par de semanas, el ministro de Hacienda, frente a la pregunta de qué factores explican el aumento reciente del desempleo, respondió ingenua y honestamente que no sabía y que su equipo lo estaba estudiando. La respuesta, sorpresiva en un mundo donde se espera que los funcionarios públicos nunca admitan con sinceridad que no conocen todas las respuestas, generó no solo una controversia sino una catarata de explicaciones de analistas, propios y extraños, sobre que explica el pobre desempeño del mercado laboral en los últimos meses.
Desde esta columna, advertí hace un par de meses que las cifras del desempleo venían en un aumento por una reducción en la creación de empleo. No obstante, no hay una explicación definitiva sobre los factores detrás de la poca creación de empleos a pesar de la recuperación económica. Como desde aquí se analizó, un elemento importante del análisis es el efecto del aumento del salario mínimo en términos reales sobre la demanda de empleo formal. Este efecto, difícil de cuantificar, se debería diluir en la medida que la inflación ha venido en aumento. Una explicación alternativa tiene que ver con una sustitución de trabajadores por maquinaria y equipo, que reduce la demanda laboral en medio de procesos de automatización. Sin embargo las cifras sectoriales no se alinean con esta explicación. Otra hipótesis, es el efecto de la inmigración venezolana, que podría estar distorsionando las cifras de empleo formal, en particular en el campo.
Esta discusión debe ser una de las más importantes en la actual coyuntura. Sorprende, la plétora de explicaciones basadas en lugares comunes y sin ningún fundamento en los datos de algunos analistas. Pero lo que sorprende aún más es que algunos medios en su afán inescrupuloso por capturar una mayor audiencia se hayan dedicado a discutir la dinámica del mercado laboral con ayuda de astrólogos. Si bien la economía como ciencia social dista mucho de ser exacta, sobre todo en los temas relacionados con variables agregadas- entiéndase la macroeconomía-, pretender tener una discusión sobre la creación de empleo en nuestro país con base en los movimientos de cuerpos celestes, no solo es una afrenta a economistas y demás profesionales que se dedican a estudiar estos temas, sino muestra la falta de compromiso de algunos periodistas con la calidad del debate.
La mayoría de periodistas económicos del país son profesionales serios y responsables que contribuyen diariamente a informar y analizar los temas relevantes del país. Es desafortunado que algunos medios puntuales se presten a ejercicios bufones sobre un tema tan importante como lo es el del mercado laboral. Los medios de comunicación tiene una gran responsabilidad y la calidad del debate público depende en buena parte del ejercicio periodístico. En un mundo lleno de noticias falsas resulta incluso más imperioso que los medios de comunicación ayuden a elevar la calidad de los debates públicos. La tentación de informar entreteniendo, a costa de la calidad del análisis, es una amenaza latente para el ejercicio periodístico y las democracias modernas.
La discusión sobre el pobre dinamismo de la creación de empleo en la actual coyuntura debe continuar. Esperemos primen los argumentos y la evidencia y no la especulación y la fanfarria.