Discusiones pequeñas
Las discusiones en el país se han venido empequeñeciendo, lo cual es un mal síntoma de la capacidad de analistas, academia, gremios y sociedad civil de entender y analizar la coyuntura política y económica. En los medios, muchas de las discusiones no superan la noticia anecdótica, que indigna y generan airadas reacciones y opiniones obligadas de todos los ciudadanos, pero de naturaleza pequeña y reducida. En otras palabras, la discusión de cosas pequeñas e irrelevantes.
Sorprende la ausencia de análisis de temas gruesos, complejos y de largo aliento. Me permito mencionar dos ejemplos. El primero es el alcance de la crisis migratoria venezolana. Los medios han seguido el drama humano de los inmigrantes venezolanos en nuestro país, pero la discusión ha sido muy superficial. ¿Cuál es el efecto económico y político de la inmigración? Poco se sabe y se discute. A comienzos del año, el Gobierno adujo que la inmigración venezolana debía justificar un relajamiento de la Regla Fiscal dada la mayor presión de gasto social en el corto plazo y los beneficios de mayor crecimiento potencial en el futuro próximo. El Comité Consultivo de la Regla Fiscal accedió a la petición del Gobierno, otorgándole un mayor espacio fiscal.
Una vez aprobado, el tema desapareció del radar. Pocos meses después del visto bueno por parte del Comité Consultivo, el Director de Crédito Público anunció que el Gobierno sobrecumplirá la meta fiscal. ¿Qué pasó con el gasto extra por motivo de la migración? No queda claro. Poco se ha discutido de este rubro en el Presupuesto para este o el próximo año. ¿Cuál es el efecto sobre el crecimiento potencial de la migración? No hay un estudio conocido sobre el tema. En Chile el Banco Central tomó la decisión de bajar sus tasas de referencia en parte gracias a un estudio juicioso sobre el efecto de la migración venezolana que sugieren que la economía podría crecer hasta 0,3 puntos porcentuales más debido a la migración.
En nuestro país, la migración no aparece como un gran tema de discusión sobre la política fiscal y monetaria. De hecho, en las estadísticas del mercado de trabajo, que muestran una caída de la participación laboral, no parece haber indicios del choque migratorio más grande en la historia de Colombia y de órdenes de magnitud superiores al ampliamente discutido fenómeno migratorio en Europa.
Un segundo tema, ausente de la discusión es la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Se habla con frecuencia de cómo dicho fenómeno afecta el tipo de cambio. De hecho una de las preguntas más frecuentes que me hacen es cómo el peso se mueve al vaivén de las noticias y tuits de Trump, pero poco se discute sobre las consecuencias y oportunidades de largo plazo para Colombia de un nuevo orden económico y político. ¿Cuál debería ser nuestra relación comercial y diplomática con China? ¿Cómo lograr abrirnos más al mundo, en una coyuntura donde los países desarrollados muestran una fatiga política frente a la globalización? ¿Qué modelo de crecimiento vamos a seguir si las instituciones de comercio internacional están siendo revisadas? Son muchas las preguntas gruesas que de estos temas se desprenden.
Mejorar la calidad de la discusión es una responsabilidad de todos. Los asuntos de largo alcance no se agotan y se prestan para ser el tema del día, pero deben ser el centro de nuestras discusiones.