El Presupuesto General de la Nación presentando por el Gobierno para 2025 está construido con supuestos alegres. Bien haría el Congreso en votar por una reducción en su monto. Aprobar un presupuesto de $523 billones, que además requeriría la aprobación de una Ley de Financiamiento por $12 billones sería cometer el mismo error del año pasado, cuando se aprobó un presupuesto con fuentes de financiamiento ilusorias, como los famosos arbitramentos de litigios.

Se le atribuye a Albert Einstein la conocida frase de que es una locura hacer la misma cosa una y otra vez, esperando obtener resultados diferentes. Si el Congreso aprueba el monto de los $523 billones, el Gobierno, y el país tendrían una vez más las mismas dificultades fiscales en 2025: altas primas de riesgo y tasas de interés, pronunciamientos negativos por partes de las calificadoras de riesgo y la engorrosa tarea de hacer después un recorte o aplazamiento de partidas presupuestales.

Recordemos que el Gobierno proyectaba en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (Mfmp) de 2023 ingresos tributarios de $316 billones para 2024. El Presupuesto General de la Nación para 2024 se aprobó con base en dicho supuesto, y unos ingresos por recursos de capital de $31 billones, superiores en $6 billones a los estimados en el Mfmp en su momento. La realidad fue otra.

Ya en la actualización del Plan Financiero a comienzos de este año, el estimado del Gobierno por ingresos tributarios se redujo a $290 billones y la proyección de ingresos asociados a utilidades retornaron a los $25 billones originales. En el más reciente Mfmp, las proyecciones oficiales sugieren que el recaudo fiscal cerraría este año en $259 billones, $57 billones menos que lo estimado en las cuentas que respaldaban el Presupuesto General para 2024. En resumen, el Congreso aprobó el año pasado un presupuesto público con ingresos sobreestimados por $63 billones.

Invitamos al Congreso y al Gobierno a reducir el monto del presupuesto a menos de $500 billones

El actual proyecto de presupuesto nuevamente se apoya en supuestos dudosos. Los ingresos tributarios para 2025 proyectados en el Mfmp de este año son de $290 billones. Todavía no es claro que la meta actualizada para 2024 de recaudo tributario de $259 billones se pueda cumplir, dado que, en lo corrido del año, de enero a julio, el recaudo bruto va en $162 billones, 7% menos que lo observado en el mismo período de 2023.

No obstante, incluso si se logra la meta de $259 billones, alcanzar los $290 billones el próximo año implica un incremento no despreciable. Un aumento de 12% en el recaudo, con una economía que crecería a 6% en términos nominales en 2025, luce optimista, si se tiene en cuenta la relación histórica entre estas dos variables.

Pero el optimismo no para ahí. En las cuentas del Presupuesto General de la Nación el Gobierno revisó al alza las proyecciones de recaudo y estima ingresos por $316 billones para 2025. Los $26 billones adicionales frente al aún fresco Mfmp se explican por la eventual aprobación de una Ley de Financiamiento que recaudaría $12 billones y un aumento de ingresos por $14 billones por mayor gestión de la Dian. Adicionalmente, el Gobierno espera 21 billones en recursos de capital, casi $5 billones más de lo proyectado hace pocos meses en el Mfmp.

Invitamos al Congreso y al Gobierno a reducir el monto del presupuesto a menos de $500 billones, un monto responsable y prudente, evitando así una Ley de Financiamiento, lo que le permitiría al Gobierno enfocarse en una Ley de Reactivación.