El sector que une a Colombia: reconocimiento a la CCI
viernes, 28 de noviembre de 2025
José Joaquín Ortiz García
En estos días, Cartagena recibe una nueva edición del Congreso Nacional de Infraestructura, el espacio que cada año reúne a los actores más representativos del sector en Colombia. Este escenario es propicio para reconocer la labor de la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI), una institución que desde su creación ha sido fundamental para la consolidación de un ecosistema empresarial fuerte, técnico y comprometido con el desarrollo del país.
Lo primero que vale la pena destacar es la amplitud y diversidad de su base de afiliados. La CCI representa a los principales concesionarios viales, aeroportuarios y portuarios, responsables de los proyectos que conectan regiones y dinamizan la economía. La integran también las firmas constructoras que ejecutan obras civiles de infraestructura: carreteras y puentes, sistemas de acueducto, alcantarillado y saneamiento, colegios y hospitales. A esta comunidad se suman las firmas consultoras de ingeniería, responsables de la planeación, los diseños, la gerencia y la supervisión técnica de los proyectos a través de las interventorías. Su labor asegura que cada obra cumpla con los estándares de calidad, seguridad y eficiencia que el país exige.
Pero la Cámara no se limita a estos actores tradicionales. Su tejido empresarial incluye bancos y entidades financieras, proveedores de maquinaria especializada, aseguradoras, empresas de servicios logísticos, compañías de tecnología y un conjunto amplio de firmas que aportan a la cadena de valor de la infraestructura. Esto la convierte en un punto de encuentro único, donde todos los eslabones del sector pueden dialogar, coordinarse y avanzar como una sola industria.
La fortaleza institucional de la CCI se refleja en una estructura directiva que integra capacidades técnicas, jurídicas, económicas, comunicacionales y administrativas. Desde la Presidencia, las dos vicepresidencias -la Técnica y la Jurídica- y la Dirección de Asuntos Económicos, la Cámara analiza con rigor los cambios normativos, la jurisprudencia y las iniciativas legislativas que impactan al sector. Este trabajo se complementa con la Dirección de Comunicaciones y Prensa y con la Gerencia Administrativa y Financiera, responsables de asegurar una comunicación clara con los afiliados y una gestión interna sólida. Gracias a esta articulación, la Cámara identifica riesgos, formula observaciones oportunas y orienta discusiones para que las normas protejan el interés general y fortalezcan la sostenibilidad de la industria. Su papel no es confrontacional, sino constructivo: busca que el país cuente con reglas claras, estables y acordes con las mejores prácticas.
Ese compromiso por fortalecer capacidades también se ha reflejado en la producción de documentos técnicos y guías de buenas prácticas. Particularmente valiosa ha sido la contribución de la Cámara en temas de consultoría, donde ha promovido criterios adecuados para la selección de consultores y mecanismos de remuneración justos, como la metodología del factor multiplicador, que permite reconocer de manera transparente y profesional el trabajo especializado de los consultores. Estos esfuerzos se han traducido en jornadas de capacitación a entidades públicas, acompañamiento técnico a funcionarios y una pedagogía constante sobre el papel de cada actor en el ciclo de la infraestructura.
Hoy, cuando el país enfrenta retos en financiación, movilidad urbana, adaptación al cambio climático y ejecución de obras estratégicas, resulta evidente que la presencia de una institución como la CCI es indispensable. Su voz técnica y su capacidad de articulación ayudan a que la infraestructura siga siendo una política de Estado, no un asunto coyuntural. Por eso, este Congreso Nacional de Infraestructura, más allá de los anuncios y debates, es una oportunidad para valorar el trabajo silencioso y sostenido de una organización que durante años ha fortalecido la institucionalidad, las capacidades técnicas y el marco normativo del sector.
Es también un momento para agradecer. A quienes han hecho parte de su junta directiva a lo largo de los años, aportando su experiencia y visión. Al equipo profesional de la Cámara, que con disciplina y rigor técnico sostiene una agenda exigente para beneficio del país. Y especialmente a su presidente, Juan Martín Caicedo Ferrer, quien anunció su retiro a partir de la Asamblea General de Afiliados que tendrá lugar en febrero del próximo año. Su liderazgo ha sido determinante para posicionar al sector como un protagonista del desarrollo nacional. Su capacidad de diálogo, su defensa de la institucionalidad y su visión estratégica dejan una huella profunda en la Cámara y en la infraestructura colombiana.
La infraestructura es un vehículo de progreso. A mayor conectividad, mayor acceso a oportunidades, educación, empleo y crecimiento económico. Ese círculo virtuoso no ocurre por azar, sino por el trabajo continuo de instituciones como la CCI. Por eso, el reconocimiento hoy es merecido. Porque una Colombia con mejor infraestructura es, sin duda, una Colombia con más bienestar para todos.