Recientemente, la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI) publicó sus Anales de Ingeniería en los que resaltó la importancia de la profesión en Colombia desde 1887, pues es la columna vertebral para desarrollar todos los planes de infraestructura en el país. Por esto y a raíz de los anuncios que existen de inversión en esta materia para 2023, quisiera trazar un paralelo entre el camino de la formación como ingeniero profesional en Colombia y los requisitos que existen en países como el Reino Unido.

Pero primero, una breve presentación de los entes rectores.

Localmente contamos con el Consejo Profesional Nacional de Ingeniería (Copnia), el cual, como entidad pública, controla, inspecciona y vigila el ejercicio de la ingeniería, de sus profesiones afines y de sus profesiones auxiliares en general, en el territorio nacional.

Entre sus funciones está la de denunciar las violaciones al ejercicio legal de la ingeniería, así como atender quejas sobre la conducta de los ingenieros que violen los mandatos de la ley.
Su equivalente en el Reino Unido es el Consejo de Ingeniería (Engineering Council UK), organismo regulador para la profesión de ingeniería, que cuenta con los registros nacionales de más de 229.000 técnicos de ingeniería (EngTech), ingenieros incorporados (IEng), ingenieros colegiados (CEng) y técnicos de tecnología de la información y las comunicaciones (ICTTech).

Además, el Consejo de Ingeniería establece y mantiene los estándares internacionalmente reconocidos de competencia y ética profesional que rigen la concesión y retención de estos títulos. Esto garantiza que los empleadores, el gobierno y la sociedad en general, tanto en el Reino Unido como en el extranjero, puedan confiar en el conocimiento, la experiencia y el compromiso de los ingenieros y técnicos registrados profesionalmente.

En nuestro país el procedimiento para ejercer la ingeniería es bastante ágil; basta con estudiar la carrera de ingeniería, y al obtener el título, hacer el trámite de expedición de la tarjeta profesional ante el Copnia. Así, sin más, ya se puede ejercer como ingeniero.

En el Reino Unido, en contraste, al terminar la carrera se obtiene la denominación de graduado (graduate), con lo que apenas comienza el proceso para formarse como ingeniero. Esto se logra con los primeros años de práctica y un período de desarrollo profesional inicial (IPD por sus iniciales en inglés). Al finalizar este período de IPD se evalúa el conocimiento, experiencia y habilidades del candidato contra los estándares definidos en las especificaciones del Consejo de Ingeniería del Reino Unido.

Para lograr el registro, la competencia y el compromiso de cada individuo son evaluados de forma independiente y exhaustiva por sus pares. Esta evaluación se realiza con el concurso de instituciones profesionales de ingeniería, como la Institución de Ingenieros Civiles (ICE), lo que en Colombia sería la SCI, aclarando que esta última no acoge solamente a ingenieros civiles.

El proceso de evaluación para el registro se conoce como revisión profesional, que comienza con una aplicación por escrito que incluye detalles sobre la experiencia académica y profesional del candidato, seguido de una entrevista de revisión profesional. Una vez que la institución ha verificado que se cumple con los criterios, envía un formulario al Consejo de Ingeniería para lograr el registro profesional. Un profesional registrado puede entonces hacer uso de sus letras posnominales, por ejemplo, CEng para enfatizar su estatus como profesional colegiado.

El proceso no termina allí. Para mantener el estatus se requiere que el individuo demuestre de forma periódica que ha seguido un programa de desarrollo continuo, que incluye capacitaciones, así como aprendizaje en el trabajo con el apoyo del empleador.

De esta comparación, guardando las debidas proporciones, se resalta el énfasis que pone el Reino Unido en marcar la excelencia profesional, inspirando respeto en aquellos profesionales que logran los requisitos. En Colombia, tenemos muy buenos profesionales que se motivan con la excelencia, pero vendría bien adoptar un modelo de desarrollo profesional que permitiera elevar el estándar en la industria.