Analistas 23/06/2022

Reflexiones de una elección

Juan Alberto Londoño Martínez
Ex viceministro de Hacienda

La clara elección de Gustavo Petro como presidente de Colombia permite efectuar algunas reflexiones sobre su victoria y frente a qué esperar de su mandato. La primera, es que quienes hemos trabajado para el Estado y hemos impulsado las políticas públicas que nos han llevado a donde estamos, con todos los logros sociales alcanzados, el crecimiento obtenido y la mejora de la calidad de vida, pero al mismo tiempo con el manifiesto descontento social que hoy vivimos, no supimos mostrar las bondades de decisiones adoptadas y, de igual manera, hoy estamos desconectados del sentir mayoritario. Algo no supimos entender y no supimos canalizar.

La segunda, es que en Colombia existe una democracia sólida que permite elegir y efectivamente elige y vence a todos los que la quieran cooptar. Ganaron los ciudadanos que votaron libremente y ganó la reconciliación que se firmó hace treinta años y permitió que una persona se reincorporara a la vida civil y hoy sea presidente. Ese logro de nuestra sociedad no lo podemos desconocer y nos muestra que las salidas políticas siempre serán mejores que las militares. Perdieron las estructuras políticas tradicionales que ya no ostentan el poder local y que no son dueños de los votos. Se equivocó Gustavo Petro durante el debate presidencial al manifestar que aquí no hay democracia. Él ganó en franca lid.

Frente a qué nos espera con su victoria, se puede decir que se va a presentar un momento de incertidumbre económica con mucha volatilidad, sobre todo al principio como reacción de zozobra ante un nuevo escenario, pero los mercados ya estaban cobrando lo que se conoce como prima de riesgo país. Estos ya lo habían asumido y por eso con el paso de los días todo tenderá a estabilizarse. Su elección, en el corto plazo en nada cambiará el fenómeno inflacionario, de altos intereses y precios elevados del petróleo ya que es un fenómeno global que escapa del manejo macroeconómico de nuestro gobierno.

En el aspecto económico donde algunas de sus propuestas son bastante agresivas en materia pensional, tributaria y arancelaria, se debe analizar que las mismas requieren una gran cantidad de cambios de carácter legal e incluso constitucional que suponen la discusión democrática y la separación de poderes, con lo cual no resultan de fácil implementación, el margen de maniobra del presidente en estos temas no es tan amplio y esos cambios no se dan de un día para otro, si es que se dan.

En materia ambiental, si bien todos estamos de acuerdo en luchar contra el cambio climático, resaltando el importante rol del actual Gobierno, debe considerarse una transición energética organizada y coherente con las realidades de país, debe ser justa y sostenible, pues los efectos económicos de implementarla de forma abrupta serían incalculables. Podría destruir los mercados, no contaría con los recursos para financiar sus demás políticas, ahuyentaría la inversión y podría generar situaciones de mayor pobreza. El bienestar del mañana no puede ser el hambre y la pobreza de hoy, debe delimitarse una senda de transición energética y productiva, sin sacrificar los recursos que hoy se requieren.

Es de rescatar, su mensaje de gobernar para todos los colombianos y la necesidad de crear consensos sobre puntos fundamentales, es la manera de tender puentes e intentar disminuir la polarización. Sin embargo, sus electores esperan mucho de su gobierno, razón por la cual, debe saber manejar de la mejor manera un sinnúmero de expectativas y exigencias que tendrá que sortear.

Por último, se debe creer en su mensaje de respetar su periodo presidencial y que no buscará la reelección y, en caso contrario, es imperativo arropar las instituciones, defender la separación de poderes y los pesos y contrapesos del Estado que nos han garantizado ser la democracia más estable de América Latina. Esto permite concluir que con su elección el mundo no habrá cambiado y todos seguiremos trabajando por un mejor futuro y un mejor país. Sólo queda desearle lo mejor, si le va bien a él nos va bien a todos.

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